lunes, 22 de noviembre de 2021

 


Yucatán, la tierra del faisán y el venado.


Si hay un Estado rico en cultura, historia, tradición y maravillas naturales, ese es Yucatán. Decidí hacer este blog sobre Yucatán para impulsar el amor de los yucatecos hacia su Estado, y para propiciar que el resto de México, e incluso el mundo, venga a conocerlo y se enamore de él.

El Estado de Yucatán tiene en su territorio algunos de los lugares más visitados de México, únicos en todo el mundo tales como Chichén Itzá, Mérida, la ruta de los cenotes, o los yacimientos arqueológicos de Dzibilchaltún, Mayapán, Ek Balam (El Jaguar Negro), Labná o Uxmal.

Las antiguas haciendas henequeneras van siendo recuperadas después de décadas de abandono, olvidadas después de que la industria de la fibra de Henequén cayera, gracias al cambio de las fibras sintéticas como el plástico. Convertidas en museos y hoteles son lugares que merecen mucho la pena visitar.

Los cenotes, depósitos de agua dulce utilizados por los mayas, son lugares exclusivos de la península de Yucatán. Les puedo decir que por experiencia que son hermosos y que definitivamente merece la pena visitarlos. Se tienen censados unos 2.500 sólo en el estado de Yucatán, pero el subsuelo esconde muchos más, que tras su descubrimiento se va trabajando para permitir su visita.

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Una de las causas de la formación de cenotes, que viene siendo la erosión de la roca, dio lugar a impresionantes grutas que se encuentran por debajo de la península. La más conocida viene siendo la de Loltún, en la que su importancia se evidencia en las pinturas rupestres y restos ceremoniales mayas encontradas en la gruta. Me tocó visitarla con mi familia y todos salimos muy impresionados, de hecho, repetimos la visita.

Otro lugar que al que no puedes ignorar en Yucatán, es el pueblo de Izamal a apenas una hora de Mérida. Conocida como la “ciudad de los cerros”, que en realidad esconden los cinco templos y pirámides construidos por los mayas, o también llamada como “la Ciudad Amarilla” por el color ocre de sus casas y del convento de San Antonio de Padua. He perdido la cuenta de las veces que he visitado este pueblo, que incluso cae en la categoría de pueblo mágico.

Visitar Yucatán, es hacer un recorrido de colores, olores y sabores, debido a la mezcla de los ingredientes utilizados para la creación de los muchos platillos que integran su gastronomía, la cual es el resultado, en buena medida, de su antiguo aislamiento del resto del país y de su constante trato, a través de sus puertos, con Europa, Cuba y Nueva Orleans. Hoy en día la cocina yucateca se sigue consolidando como una de las más variadas y emblemáticas de México, acumulando premios por la calidad y sabor de sus platillos.

Me siento orgulloso de formar parte de un Estado tan rico en cultura como lo es Yucatán, debido a su historia, tradición, gastronomía, cultura y corazón, así que les invito a los demás yucatecos a compartir este bello sentimiento, e invito a los no yucatecos a visitar Yucatán.

César Farah-Made 

Alumno de segundo año de preparatoria

lunes, 8 de noviembre de 2021

 


LA SALUD MENTAL EN LA ACTUALIDAD


Hace tan solo algunos años, hablar de la salud mental era un tema delicado y no muy recurrente, en donde si alguna persona recibía terapia no era “normal”, en donde ir al psicólogo era sinónimo de estar “loco”; actualmente las generaciones van avanzando, creciendo y cambiando esta clase de ideas. Hoy en día existe mayor conciencia sobre la importancia de la salud mental y de cuidar de ella, existe ya más gente que recurre a ayuda psicológica cuando la necesita, que respeta y entiende el impacto de las enfermedades mentales; de igual manera tenemos a la mano mucha más información y pláticas respecto al tema. 


Sin embargo, aún existe una gran cantidad de personas que continúan considerando la salud mental como un tema no serio, que aún no consideran a la psicología como una disciplina científica, que no respetan la seriedad de las enfermedades mentales, y que, por lo tanto, no logran entender la importancia de cuidar su salud mental y la de los demás. 


La salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la adultez y la vejez, ya que esta misma afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida. También ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con los demás y tomamos decisiones. En resumen, cuidar de ella es muy importante porque repercute en cualquier ámbito de nuestras vidas, y de la misma forma, es importante también educar tanto a las nuevas como a las viejas generaciones en este tema tan significativo, para que de esta manera podamos construir una sociedad más respetuosa, inclusiva e inteligente. 


Pero para poder hacer un cambio en la sociedad, primero debemos hacer un cambio en nosotros mismos, por eso es muy importante reflexionar y analizar de vez en cuando como nosotros cuidamos de nuestra salud mental, ya que incluso a veces solemos olvidar su importancia o no pedimos ayuda cuando la necesitamos. Pongamos un ejemplo, si nos duele el estómago, intentamos diversas soluciones para hacer que nos deje de doler, pero si vemos que nos sigue doliendo, vamos directo con el doctor para saber que es lo que tenemos y para qué nos de la medicina y tratamientos necesarios para curarnos; sin embargo, cuando a veces nos sentimos mal con nosotros mismos, con nuestro cuerpo, cuando tenemos algún conflicto en nuestras relaciones con las demás personas o cuando extrañamos demasiado a alguien que perdimos y nos invade la nostalgia, solemos ignorar esta clase de sentimientos y decir algo como “ya pasará”; pero si esos sentimientos negativos se vuelven cada vez más intensos y repercuten en nuestra vida cotidiana y en nuestra salud física, solemos seguir ignorándolos en lugar de pedir ayuda hasta que sin darnos cuenta se vuelven un problema, y lo que mucha gente no ve, es que ignorar algún malestar grave, ya sea físico o mental puede acabar en un mismo lugar: la muerte; siguiendo con el ejemplo, si una persona ignora el dolor fuerte de estómago que tiene, podría resultar ser algo grave y si nunca atiende ese dolor, esa enfermedad podría extenderse y acabar con su vida; de igual manera, si una persona ignora que no se siente bien con ella misma por demasiado tiempo, podría convertirse en un problema de autoestima, y si sigue ignorando ese problema, esto podría llevarla a una depresión y ansiedad grave, hasta acabar con su vida. 


Por lo tanto, debemos entender que la salud mental es tan importante como la salud física, y que, de la misma manera, debemos cuidar de ambas. Debemos entender que ir a tomar terapia con un psicólogo es tan normal como ir a una consulta con un doctor, se trata de mantener un equilibrio sano entre nuestra mente y cuerpo; ya que, para estar en un estado de salud y bienestar total, debemos sentirnos saludables en todos los aspectos.


 

Ana Paola Campos Zúñiga

Alumna de 2º de preparatoria

 

 

miércoles, 3 de noviembre de 2021

 


El nuevo y renovado Santiago Bernabéu


Hay pocas cosas que representen a un club más que su estadio, el Santiago Bernabéu es el estadio del Real Madrid, el que para muchos es el club de fútbol más grande e histórico. El estadio fue inaugurado en el año 1947, el estadio cuenta con un aforo máximo se 81,044 personas. El Santiago Bernabéu a cumplido con su labor como símbolo, sin embargo lo ha hecho siendo más que un símbolo del Real Madrid, se ha convertido en uno de los más grandes símbolos de la ciudad capital de España, Madrid, en el año 2017 el estadio Santiago Bernabéu tuvo 1,5 millones de visitantes, solo superado por los museos Sofía y Prado y el parque Warner.

El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, inició obras para remodelar el estadio en el año 2019, el estadio quedaría 100% listo para finales de 2022, sin embargo el club merengue ya a disputado partidos en su hogar, el club blanco contrató a los estudios españoles L35 y Ribas Arquitectos, el Club merengue se endeudó con 575 millones de euros.

El presupuesto del club destinado a la estructura, a la fachada y al techo es de 300 millones de euros, hay otros 100 millones de euros que son destinados a la renovación del equipamiento tecnológico del club, Con la nueva renovación del estadios el aforo máximo aumentaría a 82.000 personas, 956 más que anterior a la remodelación.

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El Real Madrid es considerado el club más grande de la historia, es el club con mayor número de Champions Leagues ganadas (13) y el club que más veces a ganado La liga Española con 34 títulos, sin lugar a duda vemos una superioridad numérica en cuanto a títulos a comparación con el resto de clubes del mundo, Aunque no sea el estadio con mayor capacidad en el mundo ya qué hay estadios como Wembley que tienen una capacidad de 90.000 personas o el Camp Nou que tiene una capacidad de 99.354 personas como máximo. Un club grande necesita un estadio

Imponente, un estadio que sea más que un símbolo, un estadio que represente a una ciudad entera, con la nueva remodelación El Santiago Bernabéu no será un simple símbolo del club, será uno de los más grandes símbolos de España.


Jorge Eduardo Cámara Porte Petit

Alumno de segundo año de preparatoria

lunes, 18 de octubre de 2021

 


 

– Flor de Luna –

 


Esta es la historia de la Luna y el Sol, 

Es pequeña pero deberás prestar atención.




Cuando de día era, el Sol controlaba todo lo que tenía vida, los animales se inclinaban ante él y las flores se estiraban lo más que podían para poder mirarle bien.


Una vez escondido el Sol, la Luna salía. Ella era más tranquila, lucía siempre como una efímera perla blanca y brillaba de la manera más relajante que jamás podría verse.

Una noche en la que la Luna decidió salir un poco más temprano, se encontró con algunas flores agachándose nuevamente, preparándose para relajarse después de un largo día bajo la luz del sol. 


La joven blanca decidió preguntarle a una de las estrellas de sus costados de dónde provenían las flores, ella le contestó que no estaba segura, pero dos noches atrás escuchó de un león que una estrella gigante les había ordenado nacer durante esa mañana.


Intrigada por saber más, la Luna le pidió a otra amiga que saludara a dicha estrella gigante de su parte, pero llegada la mañana le fue imposible acercarse.


Esperanzada y sin darse por vencida, pidió al mar que le ayudara a hablar con la misteriosa estrella. Siguiendo su orden, al amanecer, el mar se meció de lado a lado sin parar.


El Sol despertó al día siguiente y, sorprendido, hizo crecer un prado entero de lindas margaritas. La compañera nocturna notó su detalle y esa misma noche, el mar se encargó de empujar hasta la orilla todos los caracoles y conchas que tenía a su alcance, y las aves y los humanos se encargaron de acomodarlos de manera en la que formaran palabras, así comenzaron a hablarse.


Cada mañana los animalitos veían al Sol hacer crecer nuevas flores, y por la noche, los peces no paraban de formar palabras en el mar.

 

 

Dadas las 6 de cada tarde, el Sol se quedaba 5 minutos más y la Luna salía 5 minutos antes, El sol admiraba a la luna porque podía brillar sin opacar a los demás, y la Luna admiraba al sol porque podía emitir luz propia.


Un día decidieron verse a la misma hora, y cuando el día llegó a la mitad, los jóvenes compañeros presenciaron la imagen del otro. 


Por horas charlaron acerca de las maravillosas cosas que ocurrían cuando el otro no se encontraba: la luna le contó al sol de todas las estrellas que por la noche bailaban junto a ella, y el sol le contó a la Luna de los cientos de animales que jugaban por el día bajo él.

Al llegar la noche, la Luna llamó al mar para contarle lo que había ocurrido, pero éste nunca llegó. Es más, ninguno de los animales respondían a su llamado. Intentó hablar con los humanos, pero no pudo encontrar a ninguno de ellos.


Al amanecer y el Sol dejar caer su luz sobre el mundo, se encontró con una imagen horrible: las tierras se habían abierto, los hábitats de los animales habían sido destruidos, los mares se habían alzado hasta inundar los pueblos de los humanos y los volcanes habían hecho erupción. El sol le preguntó a un jaguar por lo que había pasado y este le respondió que ocurrió de un momento a otro, poco después de que la luna había aparecido en el cielo.


El sol le pidió al jaguar que se quedara despierto hasta que la luna hiciera presencia y le comentara lo sucedido. Haciendo caso, el jaguar se sentó bajo un fresno en el punto más alto de una montaña y esperó. Cuando llegó la Luna, el mensajero del Sol le contó todo lo ocurrido y la Luna, avergonzada por lo que había causado, decidió esconderse. 


Por cien años, el Sol no vio nada más que un cielo profundamente negro y lleno de estrellas que intentaban con todo su ser animar a la luna para que volviera a salir.


El sol, en un intento desesperado por llamar la atención de la luna, plantó miles de semillas en un prado cerca del mar para que así la luna los pudiera ver.


Las estrellas y los humanos llamaron a la luna al unísono para que volteara a ver el regalo que le había dejado el sol. Escuchando como todos llamaban por ella, la luna se volteó y vio las semillas de las flores saliendo de la tierra. 


Sintiéndose conmovida por el gesto del sol, la luna comenzó a llorar y sus lágrimas cayeron sobre las semillas, convirtiéndolas en bellísimas flores blancas, las cuales los humanos llamaron “flores de luna”.

 

(…)

 

Esta es la historia de la Luna y el Sol, 

Vistos deambulando, cada quien en su dirección.

 

 


Cuento elaborado por:

Ashley Alvarado Cervantes y Andrea Baeza Estrella


Alumnas de segundo año de preparatoria 

lunes, 4 de octubre de 2021

 



NUESTRO MÉXICO RESILIENTE 



Hace unos cuantos días me encontraba mirando las noticias acerca de lo que acontecía en el país. En mí detenida apreciación de los artículos no fue de extrañeza el encontrarme con el mismo tópico que suele envolver a estos casos informativos; caos, controversias, crisis, duelos, etc. Meditando un poco más al respecto me di cuenta que, al menos desde que hago uso de mi memoria, siempre ha habido una gran prominencia entorno a las crisis en el país, especialmente, las crisis entre los mismos ciudadanos. Entonces la incógnita surgió en mí cabeza tan rápido como una centella, ¿a qué de se debe todo esto?,  ¿por qué siempre reina la crisis y los problemas en México?, ¿será que nunca hemos podido estar de acuerdo los unos con los otros? 


Resulta que, en efecto, han sido contadas las ocasiones en las que hemos logrado dirimir, de manera exitosa, nuestras diferencias los unos con los otros. 


Estos problemas no son intrínsecos de nuestra sociedad actual, de hecho, parece que todas estas calumnias se remontan desde los primeros años de vida del México independiente. Y es que si fuera a describir esa etapa de nuestra historia usaría únicamente tres palabras: caos, revueltas y problemas, muchos problemas. 


Me parece muy interesante señalar ese paralelismo que existe entre la actualidad y aquellos años del México neonatal, pues tanto antes como ahora la vida en la nación ha estado constantemente polarizada, con la única excepción de que, en ese entonces, los dos bandos que estaban en constante conflicto, casi como perros y gatos, eran los tan sonados Liberales y Conservadores. Creo que las formas en la que nos enfrentamos hoy en día, uno cómodamente podría notar cierta reminiscencia entre los problemas del pasado y los del presente, pues, tanto antes como ahora, las partes en disputa tienen la particularidad de jactarse con tener la única y verdadera razón. No me quiero imaginar cómo discutirían Ignacio Comonfort y Antonio López de Santa Anna, vía Twitter, porque uno le presentó al otro el Plan de Ayutla, o los memes jocosos que los imperialistas y conservadores mexicanos harían en base a la estatura de su gran rival, el Benemérito de las Américas, Benito Juárez. Evidentemente son cosas que no suceden en la actualidad, ¿verdad? 


Y es que somos muchos los que clamamos acerca de que la situación en el país es alarmantemente precaria, lo que tristemente no es una mentira, pero dando un vistazo en la historia, creo que sería inestimable el considerar que en las aparentes derrotas y desgracias, logramos sobreponernos a la adversidad gracias a los esfuerzos y sacrificios de miles de mexicanos y mexicanas a los que la historia ha olvidado sus nombres.  Todos ellos dieron sus vidas, garantes de salvaguardar un futuro mejor en donde, lamentablemente, aún seguimos en constante riña los unos con los otros. 


El pueblo mexicano, sin duda alguna, es resiliente en toda la extensión de la palabra.


Pero, ¿de qué sirve tan basta fortaleza si todos los días seguimos en una eterna rivalidad los unos con los otros?, ¿qué valía tiene el sacrificio de miles de mexicanos si en cada mañana nos juramos el odio solo porque a algunos les gusta el verde, a otros el amarillo y a unos poco más el azul? No busco una utopía, pero busco un país en donde día con día seamos mejores amigos,  mejores hermanos, mejores padres, mejores maestros, mejores alumnos, mejores ciudadanos y mejores mexicanos. 


Exhorto a todos los mexicanos y mexicanas para que en este mes patrio meditemos sobre nuestra historia, desarrollemos un pensamiento tanto crítico como analítico e, indistintamente de nuestras discrepancias, fomentemos, tanto en nuestra vida personal como en la colectiva, estas ideas de respeto y tolerancia en pos de la búsqueda de un bien para las generaciones futuras, respetando nuestras libertades individuales y queriendo servir como un ejemplo positivo ante el resto del mundo. Esto acompañado de valores como los que San Marcelino, Jesucristo y Nuestra Buena Madre nos enseñan: Humildad, Sencillez, Modestia, y sobre todo, el amor a los demás.


Diego Emilio Blanco Flores.

Alumnos de tercer año de preparatoria.

miércoles, 9 de junio de 2021

 


El ojo a través de una cámara

 


 

La fotografía ha sido definida por muchos grandes artistas, no solo en términos técnicos, sino también como un medio de expresión artística y de comunicación. Un simple pasatiempo que ha logrado un crecimiento y difusión que hoy por hoy va a la par de la pintura.

Pero la fotografía no es solo eso: puede usarse como documento social que captará instantes que se recordarán a lo largo de la historia de la humanidad; puede servir de muchas cosas, ya sea una herramienta de investigación que ayude a estudiar especies, o una forma de conocer, explorar, descubrir y sentir.


Es un medio de comunicación visual con diferentes aplicaciones que ha ido cambiando y evolucionando junto con la tecnología y la modernidad para satisfacer y adaptarse a las necesidades del hombre. Ha guiado a un sinfín de corrientes artísticas que nos muestran el mundo. La fotografía ha cambiado el curso de la historia.


Hoy en día, muchos piensan que la fotografía es sólo presionar un botón. La realidad es que para poder hacer, enseñar y aprender correctamente el arte de la fotografía, se necesita de una combinación de conocimientos tanto técnicos como de sensibilidad.


Para poder hacer una foto que impacte al espectador se necesita el dominio de las diferentes variables, controlables y no controlables. Por una parte, tener un discurso crítico y de análisis sobre la teoría de imágenes acerca de su parte estética, artística y de composición; y por otra, tener o desarrollar un espíritu creativo para ser capaz de ver a través de los objetos y lograr visualizar una foto.


Entonces, podríamos decir que no es necesario dominar este arte por completo cuando uno empieza.


En mi caso, comencé a estudiar la teoría y todos los aspectos de la fotografía meses antes de siquiera tener mi primera cámara. Después de casi dos años que llevo practicándola y capturando miles de fotos, he llegado a comprender que no importa la cámara que tengas (ya sea de tu teléfono, una analógica o digital), o el lugar (puedes tomar fotos muy buenas incluso en el patio de tu casa: yo lo he hecho), lo que importa es capturar el momento.


Te invito a tomar fotos sin parar: la repetición y la práctica te llevarán a dominar el arte de la fotografía, y una vez que hagas esto, sabrás cómo enfocar y ver la vida a través de una cámara.


Gonzalo Moreno Ricalde

Alumno de primer año de preparatoria.



martes, 25 de mayo de 2021

 


¿Para qué?


¿Para qué?, esa es la pregunta que muchos nos hacemos por diversas razones o situaciones en nuestra vida cotidiana, ¿para qué esforzarme? ¿cuál es el punto? ¿realmente lo vale?  Creo que la mayoría de las personas nos enfrentamos todos los días con estás preguntas y considero que son dudas válidas, ya que muchas veces, por más que hagamos el mayor esfuerzo posible las cosas no resultan ser como las esperamos. Sin embargo eso no quiere decir que esté mal, porque realmente no somos nadie para saber qué es lo correcto y que no lo es, tampoco podemos saber si lo que estamos haciendo nos llevará a dónde queremos estar. 


Esto no es algo malo, simplemente es la vida; es la forma en la que funcionan las cosas.  El hecho de que algo no haya salido como lo esperábamos no quiere decir que fracasamos, qué no podemos o que no somos capaces de lograrlo, lo que sí significa es que estás cada vez más cerca de lograrlo.  


Tenemos que ser inteligentes, tenemos que decidir si las cosas nos van a afectar para bien o para mal. Pero ¿qué significa esto de afectarnos para bien o para mal?  pues sí, la respuesta es como decidimos tomarnos las cosas. Puede que nos haya ido mal la primera vez y que no  hayamos logrado o alcanzado nuestra meta. En esta situación tenemos dos opciones,  volverlo a intentar y no cometer los mismos errores que cometimos la primera vez, o rendirnos, no volver a intentarlo y cerrarnos a la posibilidad de nuevas opciones para lograrlo. De la misma manera, hay ocasiones que vemos que otras personas no se esfuerzan tanto como nosotros y logran los resultados que nosotros buscamos desesperadamente.  Y es fácil criticarlos, o decir ¿por qué ellos sí y yo no?, pero la realidad es que no sabemos de sus batallas, no sabemos su situación en casa, no sabemos si están bien emocionalmente o lo que tuvieron que hacer para lograr sus resultados. Pero no somos quienes para juzgarlos; cada quien libra sus propias batallas como puede y nadie debería de ser criticado por la forma en la que lo hace. 


Así que cuando sintamos que nadie más está siguiendo las reglas, que nadie más hace lo correcto, pensemos en el hecho de qué nosotros estamos haciendo las cosas cómo deben de ser, como se nos piden hacerlas y que estamos cumpliendo con nuestro deber. Eso debería de ser más que suficiente para nosotros.

Quiero terminar con una frase de Confucio, el filosofo chino que dice “No importa lo lento que vayas mientras no te detengas”. 


Fedra Padilla García

Alumna de Tercero de preparatoria

martes, 11 de mayo de 2021

 



Lunes ¿El día maldito?


¿Qué entiendes cuando escuchas la palabra Lunes?, a lo mejor por ello entenderás el primer día de la semana civil, tal vez se te vendrá a la mente el segundo día según la liturgia, o quizás simplemente pensarás un “aaaaaaaaaaaaaaah, Lunes~” y recaerá lentamente la pereza sobre tu persona sintiéndote incapaz de mover un solo dedo por un tiempo indeterminado. Pero, si ves el lunes desde un diferente punto de vista podrías llevarte una gran sorpresa.

Si eres una de esas personas que tiene una meta por cumplir y no sabes de donde partir el Lunes puede ser un gran aliado, un punto de partida en el cual puedes empezar el cambio que tú quieras, en verdad es increíble el poder que uno le puede otorgar a este día tanto de forma positiva como negativa. Sin embargo vamos de poco a poco.

Les contaré mi historia; a mí siempre me ha gustado dibujar y también practico Tae Kwon Do, pero en ese momento yo tenía unos conflictos internos que me generaban ruido en la cabeza, entre esas se encontraba bajar de peso, siempre fui alguien pasado de peso, la segunda era poder encontrar un estilo de dibujo que me gustara, pues entre mis metas estaba poder crear mis propias obras y venderlas o exponerlas en una galería, mi galería, y la verdad no sabía cómo empezar, por si fuera poco sentía que cada día que pasaba mi vida se me estaba yendo, que si no me apuraba no iba a lograr ser la persona que yo deseaba; tiempo después cayó la pandemia, un tiempo donde honestamente muchos han perdido gente querida, eso en realidad no era muy alentador; sin embargo en ese algo de lo que todavía no me había caído el veinte era que esto había caído en pleno cuarto semestre de prepa, o sea, literalmente interrumpieron las clases para poder adaptar nuestro sistema educativo a la virtualidad.

Mientras la escuela se tomaba entre Marzo y Abril para solucionar la creación de cuentas institucionales, mi maestro de Tae Kwon Do parecía ya estar preparado y pidió que hagamos una serie de ejercicios que había grabado y subido a YouTube para nosotros, no había más remedio que hacerlos. Conforme realizaba los ejercicios recordé que una de mis metas era poder bajar de peso, igualmente recordé que tenía casi un mes libre mientras la escuela se adaptaba a la nueva modalidad, entonces fue que entendí que era mi momento para poder hacer algo al respecto o dejarlo pasar y seguir con la desidia que parecía seguirme día con día; con la poca motivación que tenía empecé a hacer los ejercicios que me dejaban para TKD, eran literalmente brincar de un lugar para otro, y realizar tres series de 10 lagartijas, nada especial pero empecé a tomarlo con mayor seriedad, empecé a ponerle mayor esfuerzo, dejé de fingir que lo hacía y en verdad lo empecé a hacer, con el paso del tiempo. Conforme pasaba el tiempo me percaté de un detalle, simple, mi manzana de Adán se empezaba a notar en mi cuello, me emocioné mucho y empecé a realizar mayor cantidad de ejercicios, más días de la semana, de practicar dos días empecé practicar cinco días, durante ese trayecto empecé a perder aquella motivación hasta llegar al famosísimo vacío dominguero.

Ese domingo pensé que no iba a servir de nada, que no iba a llegar a más, que me veía ridículo haciendo ejercicio, que la gente pensaba que por más ejercicio que haga cuando

esto termine voy a regresar a descuidarme y regresar a la normalidad, bajé un poco mi intensidad, pero luego me miré al espejo, miré mi logro, y recordé que me había hecho una promesa, que no había más que cumplirla, y es que en verdad dependía de mí, nada más de mí, no había nadie más que me pudiera ayudar más que mi cuerpo y yo, los únicos aliados que en verdad podían generar un cambio. Al siguiente día, Lunes, empecé con la misma motivación.

Lo que quiero decir con todo esto es que, a lo mejor yo tuve la suerte de empezar con la cuarentena, pero para mí, ese aislamiento fue mi Lunes.

Todos deseamos algo y podemos quererlo con ¡TODA NUESTRA VIDA!, pero no llegarás a ningún lado si se queda en papel; tienes que hacer algo al respecto, y un buen punto de partida es el día Lunes, es el día en que una nueva semana empieza y en verdad puedes tomar nuevamente las riendas de tu vida, todo aquello que no pudiste lograr la semana pasada lo puedes corregir el Lunes, he aquí su poder secreto, en vez de verlo como el inicio de una semana más de actividades monótonas y aburridas puedes usarlo como la base para comprender lo que hiciste mal la semana pasada, corregirlo esta vez con nuevas estrategias, para mejorar el objetivo que te propongas, así como crear nuevas planificaciones que te ayuden a evitar el autosabotaje y recaer en nuestros errores. Este es el verdadero Lunes, donde puedes lograr mejorar tus metas.

Es importante entender que hay que tomar un primer paso para poder en verdad progresar, y cuando llegue el vacío dominguero, que no necesariamente llega puntual Domingo 12:00 am, se puede manifestar después de haberse rendido, por dos días en los que en verdad estuviste ocupado y no le dedicaste tiempo, por flojera, por autosabotaje, etc., en ese momento debes entender que vas por un buen camino, que realmente estás progresando; pero igualmente es donde debes demostrar la característica principal del ser humano, la determinación, la capacidad de tomar decisiones para mejorar, inclusive en los momentos más bajos; personalmente te puedo dar algunos consejos para superar estos momentos de derrota, como lo es escuchar música que te guste e inspire, ver una imagen que te recuerde a donde quieres llegar, ver tu promesa apuntada en un papel, recordar que Dios siempre está ahí para apoyarte; sin embargo, todas estas motivaciones son temporales, si bien sí te darán un impulso, este desaparecerá en tanto lo dejes de hacer, y es lo que muchos no dicen; aquí entra en juego la fuerza de voluntad, tú puedes, es un cliché de los más antiguos pero es que en verdad no conseguirás nada si no lo intentas y caes varias veces, tienes que sobreponerte a esos momentos.

Honestamente creo que esto es algo que no solo se puede aplicar para el ejercicio físico y de condición, creo que es algo que puedes usar a tu favor en muchas otras metas, por ejemplo, prestar mayor atención a clases, sacar mejores calificaciones, una dieta saludable, corregir manías que uno tenga, mejorar las amistades que uno tiene, mejorar habilidades, actitudes o aptitudes, reforzar hábitos como el de la lectura, mejora del estudio, buscar un buen promedio, etc. Quiero terminar diciendo que tu Lunes no necesariamente debe ser exactamente el día Lunes (recordando que el mío fue el inicio de la pandemia), puede ser a lo mejor el Miércoles, a lo mejor alguna hora del día, el propio confinamiento, un mes, media semana, etc. Depende de tí buscar tu Lunes y empezar a hacer algo, nada de esto habrá servido si no lo empleas, es la realidad.

Para terminar quisiera comentar que al final logré bajar de peso, me siento mejor con mi condición física, y también encontré el estilo de dibujo que más me identifica, actualmente sigo practicando, y continuo desarrollando mis técnicas de ilustrado.


Patricio Torres Acuña 

Alumno de tercer año de preparatoria

lunes, 26 de abril de 2021

 


¿Cómo he vivido este encierro? 

- Mi experiencia en la pandemia -


Para ser honesta, el día que dijeron que iba a haber cuarentena me emocioné porque iba a perder unos días de clases, solo sería un mes y esperaba que después de ese tiempo, todo regresara a la normalidad y creo que fue lo que nos sucedió a todos. Al ser foránea, tuve que regresar a Comalcalco, que es donde viven mis papás y a donde iba cada vacaciones; por comentar, vivía en Mérida desde hace 2 años junto a mis hermanas y al entrar en tiempo de contingencia, regresamos las tres a Tabasco.

Creo que como la mayoría, en un principio quería hacer de todo, intentar aprender nuevas cosas y aprovechar mi tiempo, pero en mi caso, en esos momentos no logré hacer mucho porque a la vez estábamos en clases. Recuerdo que justamente a finales de ese semestre escolar, cuando ya teníamos como 3 meses de cuarentena, pasé por un momento de tristeza por toda la situación. Al iniciar las primeras vacaciones, fui a Mérida con mi mamá a vaciar la casa que estábamos rentando, pues nos dimos cuenta que no íbamos a regresar pronto, por lo que no valía la pena seguir pagando si ya no la estábamos ocupando, apenas tardamos unos 3 días ahí; sin embargo, al regresar, como sólo podía estar en mi casa y ya no habían clases, comencé a hacer muchas cosas que antes no hacía por falta de tiempo, empecé a hacer más cosas por mi: hice ejercicio diario, cuidé mi alimentación, mi piel, y ayudaba más en los quehaceres de la casa; con todo eso, logré sentirme mejor conmigo misma, y probablemente no hubiera hecho todo eso si no fuera por la cuarentena.

Al iniciar mi siguiente semestre con la misma modalidad en línea, por lo mismo que tenía más tiempo, pude dedicarme más a mis estudios, y sé que la mayoría de las personas considera no estar aprendiendo mucho con esta modalidad, pero en lo personal, creo que me volví más autodidacta; poco a poco fui perdiendo la pena de participar, preguntar, y todo eso me permitió no sólo mejorar en mis estudios sino también me ayudó a conocer un poco mejor a mis maestros de lo que hubiera sido presencial y a sentirme en mayor confianza con ellos. Igual pude aprender a través de otros compañeros, ya que si no entendía algo en alguna clase o no alcanzaba a escuchar algo, podía recurrir a ellos, y viceversa, realmente esta modalidad me ha permitido poder apoyar más a otras personas y aprender con ellas.

En cuanto a la relación con mi familia, en general puedo decir que, gracias a la cuarentena pudimos convivir y estar juntos todo el tiempo que no habíamos podido estar en los últimos años, sin embargo en todos esos períodos de clases comencé a alejarme mucho y encerrarme en mi propio mundo, por lo que en las vacaciones que tuve de diciembre volví a tener un bajón muy fuerte, una parte por mi familia, por mis amigos que no he visto, inseguridades, por mi relación, entre otras cosas; pues también empecé a ser consciente que para ese punto, la cuarentena no iba a durar poco y muchos de los planes que tenía contemplados ya no iban a poder realizarse, como un viaje que iba a hacer en las vacaciones de verano o el hecho que no tendremos graduación todos juntos para finalizar nuestra preparatoria; creo que algo que he aprendido, es la desventaja de tener tanto tiempo libre y no usarlo en algo provechoso, y es que, tenemos mucho tiempo para pensar, no es que sea algo malo, pero me pasa que si no me mantengo ocupada y estoy mucho tiempo sola, comienzo a pensar de más y empiezo a deprimirme. Después de este período, decidí empezar a trabajar en esas áreas en vez de solo dejar que me afectaran, por ejemplo, empecé a hacer mis tareas cerca de mi familia, comenzamos a ver una serie juntos y la veía con ellos mientras hacía mis actividades al mismo tiempo, con este punto me di cuenta lo mucho que importa o vale mantener a las personas cerca de nosotros, más en estos momentos, incluyendo a las que no vemos por la pandemia, pequeños detalles como mandar un mensaje para preguntarle a alguien cómo está, valen demasiado, pues a la vez uno se da cuenta de las personas con las que puede contar.

Andrea Madrigal Castellanos 6115

Otro aspecto es que gracias al tiempo de contingencia, pude conocer mejor a otras personas con las que presencialmente no convivía mucho, ya que cuando estábamos en la escuela todos siempre estaban con sus mismos grupos de amigos, y a veces eso no permitía que uno pudiese estar con otras personas, y es una de los cosas que más agradezco, haber podido conocer a otros con los que no había tenido tanta oportunidad de hablar.

Y pues ciertamente, extraño a mis amigos demasiado, extraño mucho mi deporte, en general, extraño mi rutina del día a día, poder ir a reuniones, poder estar cerca de las personas, pero en vez de verlo desde un punto de vista negativo o con tristeza, es mejor verlo con anhelo, pues antes toda nuestras actividades las veíamos como parte de nuestra normalidad, una constante rutina, como algo que ya teníamos seguro; jamás creímos que nuestra libertad de alguna forma se viese privada, y es donde uno empieza a valorar hasta esos pequeños detalles, a darnos cuenta de cómo nuestra vida puede cambiar de un momento a otro. Igual creo que de alguna manera nos ayudó a ver más allá y a pensar ¿por qué no hice esto cuando podía? ¿Por qué no conocí tal lugar o visité a cierta persona? ¿por qué siempre hacía lo mismo cuando habían más cosas por hacer?...

Finalmente... con todo esto, puedo decir que a lo largo de esta cuarentena he pasado por distintas etapas, desde estar muy productiva, a solo estar tirada en mi cama viendo series y películas, desde momentos donde me sentí muy bien por lo que pude hacer, a momentos de tristeza por el encierro. Y si algo me ha quedado de enseñanza, es lo mucho que importa nuestra actitud ante lo que nos sucede, pues siempre hay que ver la parte positiva y de esto puedo decir que, me ha ayudado a valorar más a las personas y los momentos que vivo con ellas por más sencillas que sean, lo importante que es cuidar nuestra mente y nuestro corazón. Asimismo, a ser una persona más empática, pues cuántas personas no han perdido a familiares o se vieron en distintas situaciones donde su mayor preocupación era no tener que llevar de comer a sus casas, o la violencia con la que muchos hogares se han visto afectados. Definitivamente todas las personas hemos vivido esta cuarentena de manera diferente y al saber todos los casos y situaciones que se han dado a lo largo de esta, me doy cuenta de lo afortunada que soy, pues viendo a los demás, mis preocupaciones o tristezas no se comparan a la de otros, por eso es importante demostrar nuestro apoyo y cariño a los demás, a nuestros seres queridos, y en general a todas las personas de nuestro alrededor, pues no sabemos por cuáles batallas están pasando; para que en algún momento y poco a poco logremos juntos salir de esta situación, si bien el virus llegó para quedarse, también hay que pensar que en algún momento pasará y si Dios quiere, con la vacuna, pronto será posible.


Andrea Madrigal Castellanos

Alumna de tercer año de preparatoria

lunes, 12 de abril de 2021

 

“Una persona sin propósito es como un barco sin timón”. 

Thomas Carlyle



Todos en algún momento de nuestra vida, nos hacemos siempre una misma pregunta: “¿Por qué estamos aquí?”. ¿Cuál es nuestro propósito?, ¿Qué es lo que debemos hacer?, desde pequeños nos entrenan para responder esas preguntas, nos entrenan para encontrar nuestro propósito en la vida.


Todos pasamos muchos años de nuestras vidas buscando ese propósito, algunos lo encuentran antes, otros mucho después; yo confío en que la respuesta para hallarlo reside en las preguntas que te hagas y en la capacidad de entender y analizar las respuestas que tengas.


El propósito de vida está constantemente ligado al “¿Qué voy a ser de grande?”; pero lo cierto es, que aunque están estrechamente ligados, son completamente diferentes.


Desde niños, nos hacen creer que el propósito va de la mano con lo que haremos o seremos en un futuro, es decir, tu propósito de vida puede ser la carrera que vayas a estudiar, el trabajo que vayas a tener, etc. Y sí, si van de la mano, pero siguen siendo muy distintos, porque la realidad es, que por más cruel que suene, no sabemos si vamos a despertar mañana, de ahí viene el dicho de que debemos vivir cada día como si fuera el último. 


El propósito de vida está en el presente. Porque el propósito no es lo que voy a hacer luego o lo que voy a ser “de grande”, es lo que haré todos los días de mi vida, el por que lo voy a hacer y quien quiero ser.


Constantemente, solemos confundir un propósito con las metas. Éstas son un resultado que deseamos obtener en algún futuro y, por lo tanto, nos comprometemos a cumplirlas. El propósito es directamente el “porque” de algo. Es decir, debemos dejar de preguntarnos tanto “¿Qué es lo que voy a hacer?” y comenzar a pensar un poco más en “¿Por qué lo voy a hacer?”.


Debemos dejar de pensar que la respuesta a nuestras preguntas llegará en un futuro y comenzar a realizar esfuerzos para hacer que lleguen, porque al final sólo nosotros podremos responder esas preguntas.


Eso lo vuelve aún más complicado, porque ahora tenemos que descubrir lo que queremos hacer después, es decir, cuáles son nuestras metas y también cual será el propósito.

En conclusión, el propósito de vida y lo que haremos en un futuro si están estrechamente ligados, van completamente de la mano, pero son dos cosas diferentes, y debemos aprender a distinguirlos o nos perderemos en el camino.


Por si aún no ha quedado claro, imagina que quieres convertirte en doctor en un futuro, pero “¿Por qué quieres serlo?”, porque quieres ayudar a las personas, eso es lo que te hace feliz; entonces, lo que quieres hacer luego es ser doctor, pero tu propósito de vida es ayudar a los demás, y no tienes que esperar el futuro para hacerlo, puedes ayudar a otras personas todos los días y practicar para cuando logres tu meta, y de esta manera, corresponder a tu propósito desde el presente.


Considero que el propósito de nuestras vidas, debe ser sinónimo de “felicidad”, debemos hacer lo que nos haga felices; por ejemplo, yo hace tiempo descubrí el mío; como una persona que pasó mucho tiempo inmersa en la tristeza, pude descubrir que mi propósito sería disfrutar al máximo de cada cosa que haga e intentar ser lo más feliz posible, y eso es algo que hago todos los días. Y aunque no tengo ni la menor idea de que voy a ser “de grande”, ya sé que lo que elija, llevara el propósito de hacerme feliz.




Ana Paola Campos Zúñiga

Alumna de primer año de preparatoria.

lunes, 22 de marzo de 2021

 


Seguro, protegido, pero solo


La realidad ha cambiado y no tiene fecha para volver a como era antes. Hoy, nuestra mayor protección contra la enfermedad que reside en el exterior son cuatro paredes de aislamiento social. Los que tenemos la oportunidad, nos despertamos, estudiamos, trabajamos, comemos y hacemos prácticamente todo desde nuestras casas, porque es la mejor manera de salvaguardar la vida. Sin embargo, estas mismas cuatro paredes son las responsables de generar un gran daño, muchas veces imperceptible, a la salud emocional.


El aislamiento puede tener graves consecuencias. La depresión, ansiedad, estrés y afectaciones similares se ven como algo aterradoramente común cuando la monotonía de una rutina nos atrapa y las palabras y gestos afectivos de un ser querido nos hacen falta. Durante mucho tiempo se nos ha señalado la importancia de relacionarnos con otras personas, desde la Antigüedad vemos las palabras de Aristóteles que muestran al hombre como un ser social, y en épocas más recientes vemos estudios e investigaciones realizadas por Harvard que nos hablan de la importancia que tienen los vínculos afectivos para la felicidad humana, todo para decirnos una simple verdad, como concluye el Doctor José Antonio Lozano Díez, de la Universidad Panamericana: “La soledad mata”.


Palabras muy sencillas, pero con mucho valor. Ciertamente por las condiciones actuales ese paseo de domingo por la plaza, esa visita a la casa de un amigo, esos “buenos días” intercambiados en la escuela o en la oficina que antes dábamos por sentado ya no están dentro de nuestras posibilidades, pero estas cuatro paredes no son y no deben ser una prisión en la que nos desconectemos del mundo. No nos acostumbremos a estar solos, mucho menos en una época con tantas herramientas para entablar la comunicación.


Por supuesto, para aquellos afortunados que viven con alguien más, es más accesible el compartir este tiempo y sentirse conectado a otra persona, pero no es la única manera. Un mensaje de texto, pero en especial una video conferencia o una llamada telefónica, pueden lograr grandes avances cuando queremos romper este gran silencio que muchas veces nos pesa al estar confinados. No es difícil, lo prometo. Solo basta con una buena intención, seamos propositivos y rompamos esas paredes haciéndole una llamada a ese amigo o familiar que tiene tiempo ya que no contactamos. Es más, les puedo ayudar un poco: empieza con un “Hola, ¿Cómo has estado?”, y ya tienes la mitad del trabajo listo.


No dejemos que la indiferencia gane, porque es capaz de acabarnos. Adaptémonos a esta realidad y tomemos la iniciativa de hablar con los demás. Así que dime, ¿Cómo has estado?


Rodrigo Arjona García

Alumno de tercer año de preparatoria

jueves, 18 de marzo de 2021

“Morir es nada cuando por la patria se muere”

 


“Morir es nada cuando por la patria se muere”

 


“Morir es nada cuando por la patria se muere”, estas palabras fueron escritas por José María Morelos en una carta para su hijo, unos días antes de ser fusilado.

Una frase muy fuerte y con un significado bastante patriótico, la cual nos hace imaginar aquellos días en los que se luchó por los derechos de nuestro país, de nuestra gente. Días en los que personajes como Miguel Hidalgo, José María Morelos, Vicente Guerrero, Leona Vicario, Josefa Ortiz y otros, entregaron todo de sí mismos para asegurar un futuro en el cual cada uno de los mexicanos fuera dueño de su libertad. Un futuro en el que la palabra “México” fuera sinónimo de “Familia”. En el que nuestro himno, nuestra bandera y nuestro escudo funcionaran como refugio y resguardo para todo aquel que los portara con orgullo.

 

Pero ¿ese es nuestro México?, ¿ese es el México en el que vivimos?, ¿ese es el México que hemos construido?

Tristemente, la respuesta es no.

 

La realidad es que en la actualidad vivimos en un México que no conoce ni de unión ni de libertad, y lo vemos en el descontento social emitido por los diferentes grupos que son relegados al silencio, al delito y a la pobreza. Grupos que han sido marginados, vulnerados y asesinados. Los cuales el día de hoy alzan la voz, piden justicia y exigen respeto. 

 

No es secreto que nuestro país clasifica a las personas en humanos y subhumanos, nos basamos en criterios como el género, el color, la orientación sexual, el dinero y la educación, y nos envolvemos en un juego de poder en el cual, sin ningún tipo de duda, gana aquel que tiene más privilegios. Porque en este país nuestros gobernantes se aseguran de que cada oportunidad de justicia sea válida únicamente en teoría, nunca en práctica. Aunque no podemos culparlos, ellos fueron criados en la sociedad mexicana que todos hemos creado a través de nuestras acciones y palabras. Una sociedad en donde el clasismo, racismo, homofobia y machismo son los principios morales regentes. En donde la gente se sirve de la hipocresía y doble moral para juzgar todo aquello que “no le parece”.

 

Vivimos en un México en el que las señoras cantan las canciones de Juan Gabriel y Chavela Vargas, pero condenan sus orígenes LGBT+. En el cual el único crimen de Elizabeth Montaño fue ser trans y en el que la bandera alrededor del cuerpo quemado y torturado de Javier Pérez no era motivo de orgullo. Un México en el que tomamos la pintura y personalidad de Frida Kahlo para hacer alarde a nivel internacional, pero nos olvidamos de sus ideales activistas y feministas.

 

Vivimos en un México que ataca a Yalitza Aparicio, una de nosotros, porque voló alto, pero que se agarra de su color de piel, sus facciones, su origen y su lengua para hacerla menos, sin darse cuenta de que, al menospreciarla a ella, se menosprecia a sí mismo.

 

Vivimos en un México en el que se venera la maternidad, pero se repudia a la mujer. Una sociedad que considera que las palabras “¿No estoy yo aquí que soy tu madre?” de la Virgen de Guadalupe constituyen la máxima expresión de amor materno, pero que, al mismo tiempo, odia a Yesenia Zamudio por quemar y romper en nombre de la hija que le fue arrebatada.

En el que la gente no conoce la Historia ni se toma en serio los Símbolos Patrios, pero que habla de respeto al patrimonio cuando una feminista raya una pared, exigiendo que la cifra de 10 feminicidios diarios baje. En donde las luchas sociales representan burlas, memes, juicios y críticas, pero no reflexión ni cambio en el pensamiento colectivo.

 

Vivimos en un México que tiene tantas cosas que arreglar, pero con tan poca gente capaz de darse cuenta. Un país cuyo legado se constituye de muerte, miedo, inseguridad e ignorancia, pero que no tiene la voluntad de cambiar. Entonces como ciudadanos, como mexicanos, nos toca informarnos, analizar y preguntarnos:

¿Es esta la patria por la que quiero morir?

 

 

Guido Canto Escalante