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lunes, 9 de diciembre de 2019



Dios

¿Usted cree en Dios?

¿Qué es Dios? En el mundo existen miles de religiones, de hecho, muchas de estas, poseen, diversos Dioses; desde los dioses griegos, hasta el Dios cristiano; ¿Cuál de todos los Dioses es correcto? Si nos ponemos a pensarlo, los dioses más conocidos, en realidad, son todos muy distintos, y con diferentes códigos morales. ¿Puede el Dios cristiano amar a un ateo? Éstas, son las interrogantes que planteo para iniciar así con éste blog.

Dante Alighieri, plantea en su más famoso poema “La divina comedia” la existencia de tanto el paraíso, el purgatorio y el infierno según una perspectiva cristiana, y si nos basamos en éste, el infierno se divide en 9 círculos, cada uno más profundo y atemorizante que el anterior, pero lo curioso viene cuando se dice que el primer círculo del infierno es para los que no tuvieron la gracia de ser bautizados, y que por lo tanto son incapaces de conocer a Dios, encontrando grandes personajes que fueron buenos en vida, pero que no fueron cristianos devotos. 

Entonces bien, si una persona es atea, ¿no puede ser amada por Dios? O bien, ¿Un cristiano que no va a misa todos los domingos, es comparable a un déspota? Entonces, ser buena persona no tiene ningún sentido realmente.

Personalmente siempre he tenido conflictos con mi perspectiva eclesiástica, pues me pregunto el ¿Por qué debemos ir a misa? Una misa en promedio dura una hora, y al año, hay 51 semanas aproximadamente eso significan (Si no se ausenta a ninguna misa, como la iglesia dicta), 51 horas anuales en misa (2.125 días), y si eso sucede cada fin de semana después de cumplir los 4 años, hablamos de 159 aproximadamente de misa, y vaya que eso es demasiado.

Yo creo en un Dios, que no busca una devoción extrema y que más bien, desea que nuestros actos sean congruentes con la definición de una buena persona, que aunque no seamos católicos, pero seamos buenas personas y hagamos lo que dicta nuestro código moral siempre y cuando éste no involucre perjudicar a alguien, nos ame. No somos uno más, no solo somos alguien más que fue creado por ese Dios, cada uno de nosotros es alguien diferente con diferentes perspectivas y sueños, es por eso que debemos amarnos a nosotros mismo y a los demás por sobre todas las cosas.

No somos nadie para decir qué dios es el correcto, pues en realidad, Dios es creado en base a nuestros anhelos y perspectiva personal, pues, se quiera o no, la espiritualidad, no está directamente relacionada con el dogma, más bien, con la autopercepción y la cultura. Entonces los conflictos más grandes del mundo se dan por cuestiones religiosas ya que todos queremos tener la razón y no aceptamos que nuestros Dioses deberían ser respetados por todos.

Dios es una mera construcción de nuestra vida, de lo que amamos y aspiramos ser, ya que una vez, llegamos a crear dioses para explicar lo inexplicable y darle sentido al absurdo que es la vida misma; pero entonces, ahora ya, con conocimiento y herramientas para formarnos de manera autónoma, podemos crearnos nuestra propia imagen de Dios, amarlo; o bien, no tener ninguno. 

Gerardo Lezama
Alumno de segundo de preparatoria.

jueves, 7 de febrero de 2019







El país más reciente del mundo, Sudán del Sur 


 “Uno aprecia las cosas que tiene cuando las pierde”

“Uno aprecia las cosas que tiene cuando las pierde”, esta frase seguramente a muchos se las han repetido en numerosas ocasiones, y la mayoría la ha ignorado pensando que todo lo que le rodea nunca va a desaparecer y terminan en una zona de confort, ignorando cualquier situación externa que esté pasando; pero qué pasaría si vivieras en un lugar donde no exista ningún tipo de servicio público, ya sea electricidad, agua potable, centros de salud, etc, que exista una continua guerra civil que en el proceso destruya la infraestructura del lugar, pues el lugar que se acaba de explicar es una realidad que viven a diario los pobladores de Sudán del Sur, país ubicado en el sur de África.

Para entender su situación actual, tenemos que conocer el contexto histórico que se vivió; antes de que se dividieran en Sudán del Sur y Norte, en 1955 el país era un solo territorio llamado Sudán, el cual estaba en total control de Egipto y Gran Bretaña hasta 1956 donde se formó un movimiento de independencia liderado por Ismael Al-Azhari y se convirtieron en un país independiente; pero cuando lograron separarse, el líder quiso que el país sea musulmán sin embargo la gran mayoría de la población de Sudán era africana y estaba en contra de las ideas de Ismael por lo que entraron en una guerra civil entre los musulmanes localizados en el norte y la población africana del sur. Esta guerra duró 16 años hasta que se realizó un acuerdo de paz entre los dos bandos, en donde el sur puede tener su propio gobierno pero debía de seguir anexado al norte. Esta paz duró 11 años, de 1972 a 1983 ya que el sur aún estaba controlado por el norte y pensaban que las cosas podrían empeorar por lo que decidieron volver ir a la guerra ocasionado una segunda guerra civil que básicamente es una continuación de la primera pero esta tuvo un periodo mucho mayor, yendo de 1983 hasta 2005.

En 2006 finalmente los dos bandos firmaron una acta de paz dictando que el territorio del sur es totalmente independiente del norte, y luego de cinco años de papeleo, Sudán del Sur se convirtió en una nación independiente y al mismo tiempo es el país más reciente en nacer del mundo.

Finalmente el sur obtuvo lo que quiso después de 38 años de guerra, uno pensará que el territorio fuera mejorando ya siendo libre pero la realidad es muy diferente, de hecho Sudán del Sur es uno de los países más violentos y pobres del mundo por múltiples razones, una de estas es la poca infraestructura que tiene ya que muchos lugares fueron destruidos por completo a causa de la guerra civil, además hay una gran cantidad de armas tiradas por todo el territorio esperando a que alguien las dispare. Otro punto importante son los grupos étnicos que viven, existen por lo menos 7 etnias, cada una con sus propia lengua y tradiciones, y estos grupos han tenido una larga historia de desacuerdos y peleas entre sí; igualmente en la nación hay varios depósitos de petróleo por consiguiente cada bando está en lucha para conseguir los depósitos, y añadiendo más problemas, la situación política está en crisis.

En 2013 dio comienzo a una nueva guerra civil denominada como “Guerra Civil de Sudán del Sur”, todo comenzó entre el presidente Salva Kiir y el vicepresidente Riek Machar, Salva Kiir estaba consciente de los problemas que sufría la nación por lo que decidió tomar mucho el mando del gobierno por medio del éjercito, despidiendo a muchas personas y contratando a aquellos que él creía que eran adecuados a lo que llevó a Riek Machar a quejarse sobre sus acciones, y agregando más cosas, ellos dos pertenecen a grupos étnicos diferentes, Salva Kiir es un dinka y Riek Machar un nuer, por lo que eso llevó a crear aún más tensiones, al llegar al punto donde Kiir despidió a Machar y este se llevó una parte del ejército para crear una rebelión en contra del presidente.  

También existe cuestión que es muy alarmante, el cual es la población que trata de sobrevivir en todo el caos que se vive día a día, aún hay individuos tratándose ganar la vida mediante la agricultura o cacería pero la constante guerra que hay es casi imposible poder progresar, llegando a que las personas viven en una situación similar a la edad de piedra, por culpa de los escasos servicios públicos existentes y la gran violencia generada por desacuerdos entre grupos; es por esos que debemos de apreciar las cosas que tenemos, no sabemos cuando nuestra tranquilidad se podrá extinguir por cualquier suceso que pueda ocurrir en nuestro país.   

Rodrigo Uribe Cervera
Alumno de segundo de preparatoria

lunes, 22 de octubre de 2018

La discriminación en todas sus presentaciones

“Pensar es difícil, es por eso que la mayoría de la gente prefiere juzgar”. 
Carl Gustav Jung

Hoy me gustaría expresar un punto de vista personal acerca de un tema que, sin duda alguna, es sinónimo de polémica, la discriminación. Haciendo un poco más de énfasis, la discriminación que muchas veces es tolerada y con la que vivimos día con día en la ciudad de Mérida Yucatán. Me gustaría aclarar que este es mi propio sentimiento y perspectiva hacia este tema y que yo personalmente creo que un ingrediente fundamental para este platillo llamado sociedad es el respeto.

Como decía en el punto anterior, yo creo que para que no solo nuestra comunidad, sino que también cada sociedad alrededor del mundo pueda progresar en materia de derechos humanos, es necesario el respeto. Hoy en día convivimos con muchísimas nuevas modalidades de inclusión que, si me preguntan a mí, a veces pueden llegar a ser absurdas. Sin embargo, creo que el motivo por el cual estas propuestas existen es bastante noble. Quizás lo que hay que hacer en vez de crear un nuevo vocabulario en el cual todos se sientan a gusto para que su “identificación sexual” sea nombrada como tal, quizás podemos empezar con educar desde niños a todos y cada uno de los jóvenes que hoy por hoy, discriminan en su entorno. Es aquí donde me gustaría adentrarme en nuestra propia comunidad, Mérida, una ciudad catalogada como “ciudad de paz”, pero, dentro de la definición de paz que se le ha otorgado ¿se han tomado en cuenta los actos discriminatorios con los que miles de personas tienen que vivir diariamente? Soy un joven de apenas 17 años de edad, he vivido 3 años en la ciudad de Mérida y si de algo me he dado cuenta, es que nuestra comunidad vive bajo un espectro en el que lo acostumbrado, es lo que catalogamos como “bueno”. No tomamos en cuenta muchas veces las condiciones sociales de los demás e incluso juzgamos sin saber en realidad qué hay detrás de cada cara. A veces decimos entre burlas y voces bajas que aquel niño que se ve más moreno seguramente tiene que pelear con los aluxes cuando viene a la escuela (para aquellos que no saben que es un alux, es el equivalente a un duende o elfo en la cultura maya), e incluso a veces usamos el término “indio” como un insulto para burlarnos de alguien. No nos damos cuenta, pero estas son formas de discriminación y, peor tantito, hay quienes sí se dan cuenta y de igual manera se siguen burlando con estas y otras maneras de muchas personas aquí en la ciudad.

En lo personal, yo me considero muy afortunado de poder vivir como vivo, pues realmente, mi más grande preocupación es estudiar y disfrutar de la mejor manera mi vida de estudiante. Tengo aire acondicionado en mi cuarto, tengo internet, un smartphone, y alguna que otra cosa que muchas personas de otros lugares de Yucatán ni si quiera en sueños conocen. No digo esto por presumir que yo tengo más que otros, lo digo porque me gustaría hacer un punto de reflexión usando mi situación personal como ejemplo:

A pesar de todas las cosas que ya mencioné que tengo, durante mis dos primeros años de vida en Mérida, el camión era mi medio de transporte, y hasta hoy en mi tercer año es todavía un medio que uso con mucha frecuencia. A pesar de que hoy por hoy mis padres me han podido otorgar el privilegio de estudiar en una escuela privada, cuando era más pequeño y estudiaba el kínder y la primaria, me tocó estudiar en escuelas públicas. Quienes han estudiado en una escuela de este carácter me entenderán y sabrán que hay cientos de personas muy diferentes a nosotros y que tienen características a las que quizás nosotros, no estamos acostumbrados. Esto no quiere decir que ellos o nosotros estemos mal, lo único que significa es que en el mundo existe algo llamado diversidad, y la diversidad es algo que todos y cada uno de nosotros deberíamos respetar. Quizás la inocencia de un niño de primaria no me permitía darme cuenta de que todos éramos diferentes, pero esa misma inocencia era la que me permitía ver a todos y cada uno de mis compañeros como iguales. Yo podía jugar con algún niño de ascendencia maya y jamás me iba a dar cuenta porque lo único que me importaba era que hubiera un balón de fútbol para divertirnos todos juntos. Lo único que yo era capaz de ver eran personas como tú o como yo.

Creo que estas experiencias son las mismas que me han otorgado un sentimiento de respeto y aceptación de los demás. No voy a idolatrarme y considerarme un símbolo de respeto porque no lo soy, todos hemos cometido actos de discriminación y nadie puede ser excluido de esa generalidad, pero lo que sí podemos hacer es tomar conciencia de nuestros actos. Empezar a educar a las próximas generaciones para que entiendan que el hecho de moverte en camión no quiere decir que seas menos valioso, o el hecho de que tengas un celular inteligente y un reloj bonito no te convierte en un “fresa”, porque sí, también hay burlas a quienes tienen más cosas que otros. Como dije, la discriminación está presente en todos.

Finalmente, pensar que nuestra comunidad no entiende el concepto de diversidad es algo que me aterra. ¿No es este el problema que condujo a genocidios y matanzas alrededor del mundo? Estimado lector, déjeme decirle que sí, este el mismo problema. El no poder entender y aceptar que todos tienen sus propios puntos de vista, creencias, condiciones y características, son la razón por la cual algunas personas han tratado de imponer sus propias razones y han optado por tratar de eliminar a todo aquel que piense diferente a ellos. No dejemos que actos de tal magnitud sucedan de nuevo y nos lleven a conflictos aún más grandes. No juzgues sin saber, empieza a aceptar y respetar la diversidad de la humanidad, pues es esta misma diversidad la que nos permite darle valor a todas las culturas del mundo incluyendo la nuestra. Es la misma diversidad la que nos da sentimiento de pertenencia, de gusto, de amor hacia nosotros. Son la diversidad y el respeto las armas más poderosas para fomentar los derechos humanos.


Jorge Martín Bello
Alumno de 3° de preparatoria