Podemos perdonar a un hombre por hacer algo útil siempre que no lo admire. La única excusa para hacer algo inútil es que uno lo admire intensamente. Todo arte es completamente inútil. - Oscar Wilde
¿Lo inútil puede ser algo ilustremente beneficioso?
El arte es la ciencia de lo inútil, lo que está inútilmente añadido a la pura necesidad ya es arte, pero ahora bien, ¿qué piensa usted de las artes?. Esta fue la misma pregunta que el psiquiatra le hizo a Alicia Gould, que sugiere que entre más sublime mayor su inutilidad, el Dr. le pidió explicarse y con mucha razón, ¡claro está!
El arte es un tema que es inherente a la humanidad, este depende de un elemento distintivo de fuerza creativa, el arte se caracteriza por una apelación al sentido de la belleza. Sin embargo existe también otra consideración del arte en la se considera difícil establecer la diferencia entre un objeto eficaz y otro elaborado con fines artísticos.
Así mismo surge la incógnita del surgimiento del arte, pues mayoritariamente las grandes obras hechas por el hombre son creadas para satisfacer necesidades básicas, por lo que entendemos al hombre como un ser lógico, pero ¿realmente lo es siempre?, pues se sabe que el hombre creó el arte.
Para encontrar cierta lógica a esta incógnita se emplea un método, llamado “Las atribuciones causales” que son las formas en las que atribuimos las causas de un suceso y en cómo nos explicamos las cosas que nos pasan, que en este caso referente al arte, es cómo explicaríamos las cosas que pasaron antiguamente que dieron el surgimiento del arte. Entonces, ¿a qué le podemos atribuir al arte?
En este tema de lo inútil es preciso destacar las categorías del mismo, en él existen dos categorías de lo inútil; la de aquello que fue creado para ser útil y al final no lo es y la de aquello que, como el arte, que actualmente es creado para ser un fin en sí mismo. Un fin en sí mismo, es algo que tiene valor por la simple razón de que se lo otorgamos, sin importar si están supeditado a fin ulterior. Como por ejemplo, los celulares inteligentes puede servirnos para hablar con el hombre o la mujer amada, pero esto ¿para qué sirve? o bien en el siguiente ejemplo sólo puedes elegir uno: un hombre toma el metro subterráneo para ir a la ópera y se pregunta: ¿cuál es más útil, el metro, el automóvil, el tranvía o la ópera?
Aunque el arte es armoniosamente irracional no cabe duda que desde las pinturas rupestres, las esculturas y demás objetos de arte del Paleolítico representan una creación artística de una destreza y belleza extraordinaria.
Es preciso recordar que las sociedades prehispánicas así como en las sociedades modernas, las actividades culturales estaban completamente entregadas a la vida cotidiana; por consiguiente sería un error olvidar las formas del arte y cómo han aflorando ramas a través de nuestro desarrollo humano pues también existe la gastronomía, la alta costura como arte visual, la literatura que ahora es adaptada en la cinematografía, etc...
Por lo tanto, el humano se crea necesidades muy alejadas con su subsistencia, no le basta con alimentarse, la condimenta de modo que añaden placer a la satisfacción de su necesidad, no le basta con abrigarse, la confecciona con formas y colores. No se contenta con cobijarse, sino que construye edificios con líneas armoniosas y caprichosas que exceden de la necesidad lo cual no ocurre con la guarida del zorro, la madriguera del conejo o el nido del ave. ¿De qué le sirve al estómago una salsa a la mexicana bien picosa? Pues bien, todo eso que está inútilmente "añadido a la pura necesidad", ya es arte... La gastronomía, la hoy llamada alta costura y la decoración son las primeras artes creadas por la humanidad, porque representan los excesos añadidos a las necesidades primarias y básicas de comer, abrigarse y protegerse.
Bien es cierto que el arte en sí no satisface alguna necesidad básica, no sacia la sed ni el apetito, no proporciona abrigo ni perpetua nuestra especie. Es más como un capricho hermoso que responde al gusto y deseo de expresar nuestra subjetividad; los poetas exponen en versos inventos o recuerdos, los músicos crean vibraciones en el aire para crear acordes y sonidos, los actores fingen una esencia ajena y los escritores de ficción fingen por placer.
Entonces dicho esto, ¿podríamos prescindir de las artes?. Pues no tenemos una razón para no limitarnos de nuestras necesidades básicas, pues más allá de la biologia el humano no tiene un preciso sentido de ser y sin embargo, ¿qué sería del mundo sin estos ornamentos que llamamos arte? nos limitariamos precisamente a conocernos y darnos a conocer. Esto es justo lo que nos enseña el Soneto 18 de W. Shakespeare en el se recita:
“vivirás mientras alguien vea y sienta y esto pueda vivir y te dé vida.”
Es así como el arte puede llevar a un nivel más trascendental a la persona, por medio del sentir.
El arte y sus formas guarda un potencial alucinante; manda mensajes, genera emociones, forma estereotipos, forma ideas, forma identidades, afrontar realidades difíciles e inspirar todo tipo de pensamientos.
El arte por sí solo no puede salvar al mundo, pues no te oxigena los pulmones, no te palpita el corazón ni te transpira por la piel, pero es un elemento importante de la determinación humana para mantenernos “latentes” y audaces, para mantenernos fuera de una vida cíclica, para crear algo que salga de las necesidades básicas. Por ende, orgullosamente podríamos decir que la grandeza de un hombre, la propia grandeza de un pueblo, se mide por medio de las cosas inútiles que, apasionadamente, acopia, por lo que llamamos su cultura.
Finalmente quiero concluir con la razón y el sentido de ser del arte que he descubierto:
La belleza inevitablemente efímera puede doblegar al humano más irracional, pues cuando entendemos que todo tiene un fin parece como si comprendiéramos el todo, como algo muy bello y con gracia; pues respecto a la belleza efímera señalaría desde las flores hasta las estrellas pues las flores cuya cuota por ser hermosas es la muerte temprana y las estrellas que embellecen el firmamento se extinguen, así podríamos considerar a la vida como la más bella de todas por lo tanto, todo lo profundamente bello tiene un tiempo pasajero pues como la vida y el arte en general todo es efímero...
Hanya Camacho Lizarraga
Alumna de tercer año de preparatoria