“El autor sólo escribe la mitad del libro. De la otra mitad debe ocuparse el lector”
-Joseph Conrad
Según la Real Academia de la Lengua Española la palabra Libro proviene del latín liber, libri... y puede definirse como un conjunto de muchas hojas de papel u otro material semejante que, encuadernadas, forman un volumen.
Pero un libro, es mucho más que solo un montón de hojas o un montón de palabras ordenadas de cierta manera que forman oraciones y con estas, párrafos en muchas hojas. Un libro es más que sólo una historia, contiene todo un universo nuevo con ciertas características, personajes diferentes, donde se encontrarán aventura, caos, desilusiones, felicidad, enojo, sorpresa, situaciones que nunca hubiéramos imaginado, hay de todo y nada al mismo tiempo.
¿Nada? Se estarán preguntando por qué se dice esto, ya que como se ha dicho un libro es TODO; puede ser nada porque si no quieres entenderlo, no lo vas a entender, si no quieres disfrutarlo, no lo vas a disfrutar, y hay ocasiones en las que simplemente el momento y el lugar donde lo leíste no era el indicado, o hasta si no encuentras una manera de identificarte y relacionarte con la historia y sus personajes, probablemente no te guste, y termine siendo un NADA.
Cada vez que se cierra un libro y se inicia uno nuevo, no es solo una historia o un texto el cual leíste y ahí termina ¡no! Es algo inexplicable. Al leer, uno imagina cada escena que se describe, las reacciones de los personajes, los escenarios en donde se desenvuelve la historia. Además, algo que lo hace característico y único es que cada lector lo vive de una manera diferente.
Un libro nos permite vivir mil vidas en poco tiempo, un libro nos permite conocer perspectivas, opiniones, pensamientos y ser empático.
Los libros son un espacio en el cual nos sentimos libres, igualmente impulsa muchísimo la creatividad y la imaginación. Cuando un libro te hace sentir verdaderamente, todas esas palabras tienen un sentido único para cada uno. Algunas personas no entenderán cómo un libro te puede hacer llorar, gritar, querer, sentir tanto en tan poco tiempo, es inexplicable, se siente demasiado, y es que un libro te hace sentir todo.
Por otra parte, algo importante que no hay que olvidar es que los libros no solo son para nuestro entretenimiento ya que estos empezaron siendo una manera de plasmar pensamientos desde hace miles de años desde los jeroglíficos hechos en papiros en el Antiguo Egipto, las escrituras griegas, el Codex romano, el Codex maya escrito en pliegos larguísimos en forma de acordeón, los pergaminos hechos con pieles de animales en Europa, hasta que en el año 105 d. C. los chinos inventaron el papel. Muchos años más tarde en 1440 el herrero alemán Johannes Gutenberg inventa la imprenta de tipos móviles, cambiando el rumbo de los libros y la historia. La segunda revolución industrial también trajo consigo muchos cambios, y el proceso de elaboración de un libro se simplifico aún más. Hoy en día con la impresión digital, los libros electrónicos y los audiolibros tenemos todo a nuestro alcance, y ya no hay anda que nos impida disfrutar de un buen libro.
Actualmente existen muchos tipos de libros unos ejemplos de estos serían los libros de texto, con los cuales nos formamos, los libros de historia, donde un autor nos transporta al pasado, para poder entender el presente, los libros de geografía que nos transportan a otros lugares y nos inspiran a viajar. Pero al final todos los tipos de libros tienen en común que el autor plasma en palabras sus opiniones para que sean interpretadas por los lectores.
Por eso, el día de hoy los invito a que tomen el libro de su preferencia y se den la oportunidad de sentir, aprender y disfrutar.
Isabel Alejandra Corzo González
Alumna de segundo de preparatoria