lunes, 29 de octubre de 2018

La grandeza de los pequeños


El universo es grande, es muy grande, es tan grande que incluso existe el término del horror cósmico, el cual hace referencia al miedo que sentimos cuando nos damos cuenta de la inmensidad del universo y de lo insignificantes que somos ante él, y cuando digo que el universo es inimaginablemente grande, no estoy exagerando, y es que ni siquiera podemos saber con exactitud cuánto mide el universo en realidad porque no podemos ver los límites de este. Podemos ver solamente hacia fuera a una distancia de aproximadamente 14 billones de años luz desde la Tierra. Esto significa que el tamaño del universo visible es aproximadamente 28 billones de años luz en diámetro. La luz no ha alcanzado a los seres humanos desde más allá de esta distancia, además de que no estamos tomando en cuenta su continua expansión.


Tampoco somos tan raros como especie, si consideramos que en el universo observable hay decenas de miles de millones de galaxias, cada una con cientos de miles de millones de estrellas, y cada una de esas estrellas con dos o tres planetas, creo que es algo egoísta pensar que somos la única forma de vida inteligente ahí afuera, y sin embargo, somos tan egocéntricos, no solo como sociedad sino también como especie; de hecho esta era la concepción científica sobre el universo, un universo comprimido y pequeño en donde todo gira sobre nosotros, y a pesar de que descubrimos que esto no era así hace ya mucho tiempo, parece que el sentimiento sigue con nosotros, seguimos creyendo que tenemos una posición privilegiada en el universo, estamos frente a él, de manera imponente pero indiferente a la vez, no tenemos más lugar que el que podemos conquistar para nosotros mismos, pero esto no lo estoy diciendo de una manera nihilista ni algo parecido, lo digo de una forma en la que solo si nos damos cuenta de lo pequeños que somos, podremos saber qué tan grandes podemos ser en todo este vasto universo, pues no parece que haya indicios de que alguien de otro lugar venga a salvarnos de nosotros mismos. Los humanos somos capaces de cosas tan maravillosas, pero a la vez de cosas tan terribles, para mí y para muchas otras personas también, no hay mayor prueba de la responsabilidad que tenemos para tratarnos con amabilidad y compasión con los demás, que esta vastedad cósmica.


En este mismo instante, lo que estamos haciendo, se propagará por los siglos y afectará el destino de los que vengan después de nosotros, está en nuestro poder dejarnos llevar por la codicia, superstición e idiotez; podemos llevar al fin de la civilización y tal vez de nuestra especie, pero también somos capaces de usar nuestra inteligencia, compasión, ciencia, tecnología y riqueza, para crear un mundo lleno de abundancia y significado para todo habitante del planeta, para mejorar nuestra comprensión del universo y para llevarnos hacia las estrellas.



Luis Alonso Montoya
Alumno de primero de preparatoria

4 comentarios:

  1. Este tema abarca tantas cosas, que es imposible no quedarse reflexionando. Me quedo pensando en tu frase: "Somos capaces de cosas tan maravillosas, pero a la vez de cosas tan terribles".

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  2. Me gusta que lleva de cierta forma intrínseca la búsqueda en el interior para experiorizar de manera pacífica y positiva lo que podemos hacer cuando conseguimos darnos cuenta de lo que somos. Felicidades

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  3. Hay una muy bonita frase que dice "La grandeza del hombre esta en reconocer su propia pequeñez" por el científico Blaise Pascal. Muy bien hecho blog, me gustaría que se explorase el Nihilismo con más profundidad en una futura ocasión, pero felicidades ante todo.

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  4. En efecto, el lugar que ocupamos en el universo es mínimo, pero los cambios que en conjunto podemos generar en nuestro planeta, sean buenos o malos, siempre serán enormes, eso hay que tenerlo en cuenta. Nuestras acciones, por mínimas que parezcan, pueden tener grandes repercusiones en el futuro.

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