En nuestro país, el Código Penal de la Ciudad de México, define que, para que un asesinato de mujeres sea considerado feminicidio debe presentarse al menos uno de los siguientes rasgos: Que la víctima presente signos de violencia sexual, se le hayan provocado lesiones degradantes o mutilaciones, que haya habido violencia o acoso previo, el cuerpo de la víctima sea expuesto en un lugar púbico, y/o que la víctima estuviera incomunicada previamente a su asesinato.
En México, siete mujeres mueren asesinadas cada día, pero sólo el 25% de estos casos son investigados como feminicidios (según el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio). Desde 2012 hasta el 2016, un alarmante total de 7404 mujeres han sido violentamente asesinadas. Si bien es cierto que la mayoría de muertos por homicidio en México son hombres, el feminicidio deriva del odio relacionado al género de la víctima, lo cual se evidencia con la mutilación de los cuerpos, o con signos de violación sexual o tortura. Además ¿Cuál es el factor que más caracteriza a un feminicidio? La culpabilización de la víctima.
El fin de semana pasado, se dio la noticia de la muerte de una joven de 19 años llamada Mara Castilla. Ella abordó un taxi Cabify para volver a su casa tras salir de fiesta, sin embargo esa fue la última vez que se le volvió a ver. El conductor fue acusado de asesinato y violación a la joven, además de que el gobierno de Puebla le revocó el registro a Cabify para operar en el estado.
Lo curioso, es que Mara había sido parte del movimiento #SiMeMatan, el cual surgió como una respuesta social ante la creciente tasa de feminicidios en el país. En este se protestó acerca de cómo se suelen criticar a las víctimas de feminicidios, y culparlas del ataque. Ella tuiteó el pasado 5 de Mayo “#SiMeMatan es porque me gustaba salir de noche y tomar mucha cerveza...”. Creo que no es necesario mencionar todos los comentarios denigrantes que se han encontrado en sus redes sociales, acusándola de haber bebido la noche de su asesinato. Sin embargo el derecho a la vida es uno que tenemos independientemente de nuestro sexo, raza, religión, acciones, etc. es el derecho más importante de todos, y nadie puede violarlo. Mara no terminó con su vida, ella fue asesinada, y su muerte fue para varios la gota que rebasó el vaso, invitando a muchos a marchar en su memoria en contra de la violencia el pasado 17 de Septiembre.
Es alarmante la cantidad de casos que hemos oído, y parece que las cifras sólo van aumentando en estos últimos meses. Es por eso que quisiera invitar a estar informados y tomar conciencia acerca de lo que está pasando en nuestro país. Un asesinato nunca es culpa de la víctima, sino se definiría como suicidio. No debemos quedarnos callados ante la violencia de género.
Aída Sofía García Ramírez
Alumna de 3° de preparatoria