lunes, 22 de mayo de 2017

Lo espiritual va más allá de lo religioso

“No cambié, solo aprendí, y aprender no es cambiar, es crecer”
-Anónimo

No es fácil definir lo espiritual, es una palabra muy usada en la religión, en donde se le define como ese ámbito de la vida donde está la presencia de Dios. Sin embargo, la religión no es la única que habla de lo espiritual.

Fuera de la religión es usual que pensemos que lo espiritual es lo mismo que lo psicológico. Desde ese punto de vista, lo que compone dicha espiritualidad serían todos los pensamientos, sentimientos y emociones que nos habitan. Sin embargo, esto no es del todo exacto. Lo espiritual incluso va más allá de lo psicológico; incluso se puede ser espiritual por fuera de la religión. No es necesario creer en Dios para ser espiritual.

El ámbito de lo espiritual es lo que podríamos llamar la esfera de lo ético. La espiritualidad no busca cumplir mandatos sociales o morales, sino llevar los valores a su máxima expresión. La finalidad es ser hombres y mujeres de bien, sanos en el interior y transmitir ese equilibrio para un bienestar mayor en la sociedad, sin importar si se tienen o no creencias religiosas.

Son muchas las filosofías y las prácticas que definen lo espiritual como todo aquello que nos otorga un sentido de trascendencia para la vida. En esa perspectiva, lo espiritual tiene que ver con la práctica de la virtud, con el propósito de alcanzar un estado de libertad o de liberación o, en todo caso, de mayor evolución.

Muchos de los que experimentan la espiritualidad en sus vidas hablan de “un poder superior”, pero no necesariamente lo entienden como un ser específico. Ese poder superior eventualmente es la naturaleza misma, la libertad, el entendimiento, la humanidad y un sinnúmero de conceptos elevados.
Como lo expresó el popular ex sacerdote y teólogo brasileño Leonardo Boff: “La espiritualidad necesita ser cósmica, que nos permita vivir con reverencia el misterio de la existencia, con gratitud por el don de la vida y con humildad respecto al lugar que el ser humano ocupa en la naturaleza”.

La espiritualidad tiene una enorme ventaja: otorga fuerza para alcanzar logros o metas. Es mucho más que fuerza de voluntad. Se basa más bien en la convicción y en el deseo de superar niveles y de alcanzar mayor trascendencia. Muchos de los grandes hombres y mujeres de la historia han encontrado en lo espiritual la fuerza para realizar verdaderas hazañas. Es tan fuerte su adhesión a ciertos principios, que son capaces de vencer grandes obstáculos para alcanzar objetivos que consideran trascendentes. De lo que se trata, finalmente, es de propiciar un despertar a la conciencia de ti mismo y de tu lugar en el mundo.

Ser espiritual es una forma de ver, pero se traduce en una forma de ser. Abrir los ojos para verte y ver al mundo que te rodea es algo que te otorga una fuerza descomunal. No se logra de la noche a la mañana, sino que es fruto de largos autodiagnósticos y de hondas confrontaciones contigo mismo. Pero también es, sin duda, el camino más seguro para otorgarle un sentido real y profundo a tu paso por este planeta.

Los grandes hombres y mujeres son aquellos que ven que la espiritualidad es más fuerte que cualquier fuerza material, que los pensamientos gobiernan el mundo. La conciencia sobre los grandes problemas humanos y sociales a los que nos enfrentamos es cada vez mayor. Cada vez más personas están dispuestas a escuchar esas verdades y son lo suficientemente valientes como para llevar el cambio a ellos mismo y a sus familias, porque saben que el cambio que el mundo necesita pasa por su propio cambio.

Las personas que experimentan este despertar espiritual ven que su conciencia crece, que sus intereses evolucionan, que el sentido de la vida cambia para ellos y que tienen nuevas aspiraciones e inspiraciones. A todo esto le acompaña el deseo de cambiarse a sí mismos como principio para cambiar el mundo.

Para terminar, mencionaré algunas señales que destacan el despertar de la conciencia espiritual:
* Buscas un profundo anhelo de significado. Comprender que vivir una vida “normal” está vacía de significado y propósito, por lo que tratas de crear tu propio camino. Expones tu verdadero yo al mundo.
* El pasado y el futuro ya no controlan tu vida. Vives el momento presente sin dejar que el pasado domine tus acciones y construyendo el futuro desde el ahora real.
* Tomas la responsabilidad de tu destino en tus manos y eres consciente de tus acciones.
* Cada vez necesitas menos ruido a tu alrededor para estar a gusto. No te sientes solo cuando hay silencio y tranquilidad a tu alrededor.
* Te sientes más conectado con la naturaleza y los seres vivos.
* Cada vez te preocupas más por lo que comes, no solo por el alimento en sí, sino por su procedencia, por el modo en el que se produce y por el impacto medioambiental que supone. Además, has adquirido hábitos de vida más saludables para tu cuerpo, no por una cuestión estética, sino porque sientes que tu cuerpo es como templo para tu espíritu, al cual proteges.
* Deseas menos cosas y buscas más simplicidad en tu vida.
* Los libros que simplemente te entretienen cada vez te interesan menos en favor de otros que te ayudan a convertirte en la mejor versión de sí mismo.
* Has perdido el interés en la competición.
* Has descubierto que estás en el mundo para alumbrar, no para deslumbrar. Alumbrar el camino de los demás le da significado a tu existencia.

La invitación que se te hace ahora es a conocerte a profundidad. A valorar a los demás y al mundo que te rodea.

Toma de nuevo el control en tu vida reconociendo todo tu potencial y lo que eres capaz de lograr. Reconócete como una persona que puede dar un ejemplo de virtud para poder hacer de este un mundo mejor. Toda personalidad trascendental en la historia que hizo un cambio positivo por el mundo, primero hizo un cambio trascendental en sí mismo.



Tomás Miranda Hagar
Alumno de 3º de Preparatoria

martes, 16 de mayo de 2017

La Educación en México

Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo.”- Benjamin Franklin (1706-1790) Estadista y científico estadounidense.

En los últimos años se ha hablado largo y tendido sobre una de las propuestas más controversiales del gobierno de Enrique Peña Nieto, la Reforma Educativa, uno de los tópicos que más polémica levantaría desde el inicio del sexenio, ya que la educación es uno de los principales problemas en México, e involucra un entramado de complicaciones políticas, burocráticas, técnicas, ideológicas, entre otras tantas que han dejado la reforma en solo palabras vanas.

Si bien se ha discutido mucho de este tema, hoy vengo a presentar el problema de la educación en México desde otro punto de vista, tratando de evitar meterse en terrenos de política o burocracia, ya que lo que debería importar realmente es como se debería solucionar esta gran dificultad, que en mi opinión es una de las causas más profundas del rezago y los problemas en todos los ámbitos que atraviesa este país.

Muchas corrientes apoyan la idea de imitar otros modelos educativos, de países que lideran los rankings en diversos estudios que miden la calidad educativa a nivel internacional. En mi opinión esta tendencia a la imitación no es capaz de solucionar los problemas. La razón de este pensamiento es que esos sistemas funcionan, porque están adaptados al estilo de vida, a la cultura y a la realidad social de esos países, priorizando el aprendizaje. Copiar esos modelos sería intentar pasar de descubrir la rueda a intentar llegar a la luna, ya que nuestros constantes cambios de modelo, junto con obstáculos como la corrupción y las luchas por imponer ideologías, nos mantienen atrasados en comparación a los países líderes en educación e innovación.

No es que esos países sean mejores o que nuestra cultura sea lo que nos está frenando, más bien que no se ha trabajado en crear un modelo que sea para nuestro país en el que se busque el desarrollo integral, humanístico y competitivo de la infancia y juventud mexicanas ¿A qué me refiero con este desarrollo? Desde mi experiencia y mi manera de ver el mundo, la educación debería estar centrada en varios ejes: Investigación científica, impulso a las artes y desarrollo de la cultura del deporte. Implícitos en estos vendrían la adquisición de conocimientos y habilidades básicas, así como una formación cívica y personal que permitirían salir adelante a los individuos y al país.

Primero, la investigación científica. Con esto me refiero a la promoción y al apoyo a la creación de centros y programas que fomenten el interés por la investigación, la innovación, generación de ideas y el pensamiento lógico, creativo y crítico. México necesita de gente capaz de aportar ideas nuevas, de proyectos que busquen resolver problemáticas. Fomentar la lectura, crear un interés por la ciencia desde pequeños, aportar oportunidades y herramientas de vanguardia que permitan este desarrollo debería ser prioritario.

Impulso a las artes. El arte aporta muchísimas cosas en la formación de una persona, ya sea la música, la danza, las artes plásticas, el teatro, la literatura etc. En estas se desarrolla disciplina, pasión, cultura, y algo muy importante, creatividad. Se necesita cambiar la manera de pensar y de ver el mundo, y ese pensamiento divergente y original que se puede desarrollar a través del arte es necesario. George Bernard Shaw, escritor irlandés decía “El hombre razonable se adapta al mundo; el irrazonable intenta adaptar el mundo a sí mismo. Así pues, el progreso depende del hombre irrazonable”. Cambiar la manera en que se enseñan las artes, que sean algo llamativo desde la más temprana edad, enseñando con la libertad que la práctica artística requiere, dando oportunidades de demostrar los talentos y de crecer en su disciplina, debería ser el enfoque que se necesita.

La cultura del deporte. Este es un punto en el que pensé mucho después de los Juegos olímpicos pasados, en el que México obtuvo menos medallas de lo esperado. Esto no es culpa de los atletas, que arduamente trabajaron durante toda su vida para llegar ahí. El problema es que esos atletas de élite son una minoría. ¿Cómo es posible que países con una población menor tengan muchos más atletas que destaquen en diversas categorías? Hace falta que el deporte se convierta en prioridad no solo para la educación sino para la salud. México encabeza las listas de obesidad y obesidad infantil. El sedentarismo y las enfermedades que trae son un problema social, que afecta a la economía, al desarrollo y a la vida de todos. Es necesario que el deporte sea algo obligatorio en las escuelas, y no me refiero a una clase donde corran y jueguen por media hora, sino a un entrenamiento formal, que como tal exija disciplina, de entrenamiento, de alimentación, de sueño; constancia, espíritu de competición, siempre dentro de las normas, trabajo en equipo, etc. Se deben crear centros de atletismo, de natación, de los deportes grupales populares, de artes marciales, etc. El deporte enseña muchas cosas y es una práctica para toda la vida, que promueve la buena salud y una sana formación personal.

Estos tres ejes deben ser la base del desarrollo y de la educación en México. ¿Cómo combatir la pobreza, la obesidad, la desventaja competitiva frente a otros países, la drogadicción y la vinculación con grupos delictivos? Brindemos espacios y actividades donde se pueda alcanzar un desarrollo personal en ambientes sanos, que estimulen el deseo de aprender y de competir, de salir adelante. Se debe promover el trabajo en equipo, la perseverancia, la curiosidad, los valores cívicos. El cambio y los resultados no serán inmediatos, pero lo mejor es lo que tarda en llegar, pero se tiene que empezar. Se necesita un cambio, que los mexicanos que destaquen en cualquier área, no sean una excepción. No todos pueden llegar a ser científicos con Premios Nobel, grandes compositores o ganadores de algún mundial, pero todos pueden y deben tener el espíritu emprendedor, creativo y competitivo que nuestro país necesita.


Carlos Sánchez Rosado
Alumno de 3° de Prepraratoria

martes, 2 de mayo de 2017

Lo Políticamente Correcto

Pareciera que toda base ideológica, reformas colectivas para una evolución humana, tuvieran un ciclo cuyas fases pueden distorsionar el verdadero objetivo de la mismas.
Muchas veces la sociedad se tiene que apegar a un corto radicalismo de ideas porque es “lo políticamente correcto;” y para dar a fondo a este tema me gustaría definir el concepto de igualdad.
La igualdad es una condición  o circunstancia de tener una misma naturaleza, cantidad, calidad, valor o forma, o de compartir alguna cualidad o característica. Es aquello que toda minoría busca dentro de una sociedad, pero, ¿por qué observamos incongruencias cuando llegan a alcanzar la cúspide de su conocimiento?
Por ejemplo, hace una par de semanas atrás asistí a una plática sobre el testimonio de una mujer que hablaba de cómo su hermano, quien sufre de una discapacidad mental y motriz, sufría de una marginación por parte de la sociedad; que cuando caminaban por la calle, la gente seguía su camino pasando a su lado sin decir un “buenos días”; que cuando su hermano sufría convulsiones la gente desde lejos preguntaba si necesitaba algo, entre otras cosas. Al final concluyó con que lo único que quería era que a su hermano no se le tratará como alguien diferente o especial sino como una persona “normal”.
Y usando este ejemplo no tengo como objetivo pintar al mundo de rosa y decir que nuestro trato como seres de una sociedad es igualitario; pero ¿cuando tú caminas por la calle, a todos los que pasan a tu lado les dices buenos días?... Entonces ¿por qué exigir igualdad con acciones que no son igualitarias?
Por otro lado nos encontramos con la marca de moda Benetton que unos meses atrás, publicó su campaña publicitaria de ropa junto con una imagen de una niña caucásica sobre una niña de raza negra, entre otras. Esto causó un revuelo internacional ya que según la sociedad representaba una opresión a la gente de color, por lo que Benetton tuvo que cambiar la imagen invirtiendo la posición de las niñas. ¿Qué acaso esto no se trató de una percepción totalmente subjetiva de la sociedad acerca del racismo y marginación? ¿El hecho de invertir la imagen no se trata también de un caso de lo que se está evitando?; porque hay que aclarar que Benetton es mundialmente conocida por su posición en contra del racismo y la homofobia, y a favor de la adopción entre parejas homosexuales que desde hace más de 10 años se demuestra en sus campañas.
Estos sucesos han llegado a colarse a nuestra normalidad sin darnos cuenta de dos cosas sumamente importantes que están sucediendo simultáneamente. Primero, se están reprimiendo opiniones centralizándose en una sola verdad, o mejor dicho, “en lo que se vería mejor frente a la sociedad”, por lo que esta nos lleva a la segunda que es crear una intolerancia extraordinariamente fuerte.
Pero, ¿qué no acaso la tolerancia y respeto era aquello que comunidades e ideologías como el feminismo, Black Lives Matter, LGBT, entre muchas otras buscaban? ¿Qué acaso no es esto una contradicción de sus fundamentos, de su objetivo?
La misma intolerancia que estas ideologías algunas veces profesan, es lo que causa una marginación inversa.
La tolerancia es un concepto sumamente importante en este tema y fundamento base para el equilibrio entre ambos lados de la balanza. La sociedad debe ser tolerante a las ideas y postulaciones que naturalmente se presentarán a lo largo de nuestra evolución; y las ideologías y comunidades deben ser tolerantes a las opiniones y pensamientos de la sociedad, porque muchas veces no se trata de una contradicción hacia ellas sino de una reciprocidad.
Como conclusión me gustaría mencionar la frase “No es tolerante quien no tolera a la intolerancia” de Jaime Balmes. No se trata de estar en contra de los movimientos de minorías que son sumamente importantes para una mayor aceptación en inclusión dentro de nuestra sociedad, sino seguir con congruencia los objetivos que se profesan, porque al final es para un bien común y no de unos cuantos.
Cambiemos lo políticamente correcto.


Ma. José Álvarez Villanueva
Alumna de 3' de preparatoria