“No cambié, solo aprendí, y aprender no es cambiar, es crecer”
-Anónimo
No es fácil definir lo espiritual, es una palabra muy usada en la religión, en donde se le define como ese ámbito de la vida donde está la presencia de Dios. Sin embargo, la religión no es la única que habla de lo espiritual.
Fuera de la religión es usual que pensemos que lo espiritual es lo mismo que lo psicológico. Desde ese punto de vista, lo que compone dicha espiritualidad serían todos los pensamientos, sentimientos y emociones que nos habitan. Sin embargo, esto no es del todo exacto. Lo espiritual incluso va más allá de lo psicológico; incluso se puede ser espiritual por fuera de la religión. No es necesario creer en Dios para ser espiritual.
El ámbito de lo espiritual es lo que podríamos llamar la esfera de lo ético. La espiritualidad no busca cumplir mandatos sociales o morales, sino llevar los valores a su máxima expresión. La finalidad es ser hombres y mujeres de bien, sanos en el interior y transmitir ese equilibrio para un bienestar mayor en la sociedad, sin importar si se tienen o no creencias religiosas.
Son muchas las filosofías y las prácticas que definen lo espiritual como todo aquello que nos otorga un sentido de trascendencia para la vida. En esa perspectiva, lo espiritual tiene que ver con la práctica de la virtud, con el propósito de alcanzar un estado de libertad o de liberación o, en todo caso, de mayor evolución.
Muchos de los que experimentan la espiritualidad en sus vidas hablan de “un poder superior”, pero no necesariamente lo entienden como un ser específico. Ese poder superior eventualmente es la naturaleza misma, la libertad, el entendimiento, la humanidad y un sinnúmero de conceptos elevados.
Como lo expresó el popular ex sacerdote y teólogo brasileño Leonardo Boff: “La espiritualidad necesita ser cósmica, que nos permita vivir con reverencia el misterio de la existencia, con gratitud por el don de la vida y con humildad respecto al lugar que el ser humano ocupa en la naturaleza”.
La espiritualidad tiene una enorme ventaja: otorga fuerza para alcanzar logros o metas. Es mucho más que fuerza de voluntad. Se basa más bien en la convicción y en el deseo de superar niveles y de alcanzar mayor trascendencia. Muchos de los grandes hombres y mujeres de la historia han encontrado en lo espiritual la fuerza para realizar verdaderas hazañas. Es tan fuerte su adhesión a ciertos principios, que son capaces de vencer grandes obstáculos para alcanzar objetivos que consideran trascendentes. De lo que se trata, finalmente, es de propiciar un despertar a la conciencia de ti mismo y de tu lugar en el mundo.
Ser espiritual es una forma de ver, pero se traduce en una forma de ser. Abrir los ojos para verte y ver al mundo que te rodea es algo que te otorga una fuerza descomunal. No se logra de la noche a la mañana, sino que es fruto de largos autodiagnósticos y de hondas confrontaciones contigo mismo. Pero también es, sin duda, el camino más seguro para otorgarle un sentido real y profundo a tu paso por este planeta.
Los grandes hombres y mujeres son aquellos que ven que la espiritualidad es más fuerte que cualquier fuerza material, que los pensamientos gobiernan el mundo. La conciencia sobre los grandes problemas humanos y sociales a los que nos enfrentamos es cada vez mayor. Cada vez más personas están dispuestas a escuchar esas verdades y son lo suficientemente valientes como para llevar el cambio a ellos mismo y a sus familias, porque saben que el cambio que el mundo necesita pasa por su propio cambio.
Las personas que experimentan este despertar espiritual ven que su conciencia crece, que sus intereses evolucionan, que el sentido de la vida cambia para ellos y que tienen nuevas aspiraciones e inspiraciones. A todo esto le acompaña el deseo de cambiarse a sí mismos como principio para cambiar el mundo.
Para terminar, mencionaré algunas señales que destacan el despertar de la conciencia espiritual:
* Buscas un profundo anhelo de significado. Comprender que vivir una vida “normal” está vacía de significado y propósito, por lo que tratas de crear tu propio camino. Expones tu verdadero yo al mundo.
* El pasado y el futuro ya no controlan tu vida. Vives el momento presente sin dejar que el pasado domine tus acciones y construyendo el futuro desde el ahora real.
* Tomas la responsabilidad de tu destino en tus manos y eres consciente de tus acciones.
* Cada vez necesitas menos ruido a tu alrededor para estar a gusto. No te sientes solo cuando hay silencio y tranquilidad a tu alrededor.
* Te sientes más conectado con la naturaleza y los seres vivos.
* Cada vez te preocupas más por lo que comes, no solo por el alimento en sí, sino por su procedencia, por el modo en el que se produce y por el impacto medioambiental que supone. Además, has adquirido hábitos de vida más saludables para tu cuerpo, no por una cuestión estética, sino porque sientes que tu cuerpo es como templo para tu espíritu, al cual proteges.
* Deseas menos cosas y buscas más simplicidad en tu vida.
* Los libros que simplemente te entretienen cada vez te interesan menos en favor de otros que te ayudan a convertirte en la mejor versión de sí mismo.
* Has perdido el interés en la competición.
* Has descubierto que estás en el mundo para alumbrar, no para deslumbrar. Alumbrar el camino de los demás le da significado a tu existencia.
La invitación que se te hace ahora es a conocerte a profundidad. A valorar a los demás y al mundo que te rodea.
Toma de nuevo el control en tu vida reconociendo todo tu potencial y lo que eres capaz de lograr. Reconócete como una persona que puede dar un ejemplo de virtud para poder hacer de este un mundo mejor. Toda personalidad trascendental en la historia que hizo un cambio positivo por el mundo, primero hizo un cambio trascendental en sí mismo.
Tomás Miranda Hagar
Alumno de 3º de Preparatoria
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ResponderEliminarExcelente artículo, me encantó. Muchas felicidades!
ResponderEliminarEste artículo me pareció muy interesante. Yo estoy de acuerdo en que no es necesario tener creencias religiosas para tener espiritualidad, aunque muchas personas creen que es lo mismo. La religión en mi opinión es como una guía que nos ayuda a ser mejores personas, nos da principios y valores si la seguimos, pero igual puedes desarrollar excelentes principios y valores sin tener una religión. La espiritualidad es conectarse con uno mismo y hay muchas maneras de hacerlo como la meditación. A pesar de todo siempre hay que respetar las demás religiones si es que no eres creyente y si sí eres creyente igual debes respetar a los que no lo son y nunca caer en el fanatismo religioso que ha traído grandes catástrofes; todos debemos poder convivir en armonía sin importar las creencias religiosas.
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