lunes, 28 de noviembre de 2016

La encrucijada del transporte público hoy

En la actualidad se vive una deficiencia del transporte urbano en el país. El transporte público es uno de los problemas s grandes que azota a México teniendo una muy baja calidad. Entre una veintena de países, entre ellos países de la Unión Europea y de las principales economías del mundo, México destacó como el país que s gasta en transporte urbano al año. Se dice que 2 de cada 10 pesos que ingresan a los hogares se van en este rubro.

Pero si gastamos tanto al año en transporte urbano, ¿Por qué carecemos de un transporte urbano de calidad? La responsabilidad recae en el gobierno, ya que no le ha puesto el interés necesario a este problema de primera necesidad y no ha utilizado los medios para mejorar el transporte urbano en nuestro país.

En México el transporte urbano es de muy baja calidad, utiliza autobuses muy antiguos y sigue rutas deficientes o con un trazado obsoleto. Para que el país pueda incrementar la calidad del transporte urbano necesita invertir en la renovación de autobuseshacer una revisión que conduzca a una mejor planificación de rutas, que tenga como consecuencia la movilización de una mayor cantidad de personas a precios acordes a las condiciones económicas de las familias mexicanas y al igual que se necesita de un gobierno que muestre mayor interés.

Hoy en día, además de las económicas y la pérdida de tiempo, podemos notar las desventajas que nos ha traído el no contar con un buen sistema de transporte urbano. La contaminación del aire es el más claro ejemplo de los efectos negativos que el transporte urbano, junto con otros factores, produce sobre la salud de las personas causándoles diferentes enfermedades. El congestionamiento vial en las calles de las ciudades, y el ruido que se produce también afecta la calidad de vida de los ciudadanos y les produce estrés. 

Como puedes observar tener un buen transporte urbano nada más puede traernos consecuencias positivas, como una mejor calidad de vida ya que al tener mayor movilidad la gente se siente más en libertad. Un buen sistema de transporte urbano puede contribuir a disminuir el uso del automóvil lo que llevaría a tener una mejor circulación y, por ende, evitar accidentes automovilísticos. El transporte público puede,incluso, verse como un medio de promoción cultural pues con un poco de tecnología puede promover la historia o el civismo que en ocasiones tanto echamos de menos. Un buen sistema de transporte puede ayudar a disminuir la contaminación. El transporte urbano en países primermundistas ayuda a que estos y sus habitantes tengan una mejor calidad de vida al brindar eficiencia, rapidez y precisión. 

En fin, la deficiencia del transporte urbano es un problema muy grande que rodea a nuestro país y nos afecta a todos los ciudadanos. El gobierno se debe dar cuenta que se necesita realizar una reestructuración y restauración total del sistema de transporte del país y nosotros como ciudadanos debemos hacérselos saber y exigir un sistema de transporte urbanoadecuado para que en un futuro toda la población mexicanapueda gozar de un transporte público digno y satisfactorio.

Fernando López 
Alumno de 3' de Preparatoria



martes, 22 de noviembre de 2016

¿Quién es Trump?


El pasado 8 de noviembre de 2016, se dio a conocer quién será el presidente 45 de los Estados Unidos durante los 4 años siguientes, contra casi todos los pronósticos, Donald John Trump un magnate de 70 años, sin experiencia política y con la desaprobación de la gente fue el victorioso con la promesa de hacer a Estados Unidos un país poderoso de nuevo. 
Los medios de comunicación con sus famosas encuestas veían a Hillary Clinton como la favorita para ocupar el puesto de la Casa Blanca, pero no pudo lograr derrotar a Trump en puntos de estado. 
¿Qué podemos esperar de Donald Trump? ha dejado en claro que quiere renegociar o romper totalmente el acuerdo con México y Canadá del tratado libre de comercio (TLC); también aseguró en su visita a México con invitación de la mano de nuestro Presidente: Enrique Peña Nieto y nuestro Ex Secretario De Hacienda: Luis Videgaray Caso, que se construirá un muro pagado por México con un costo aproximado de 8 mil millones de dólares a lo largo de toda la frontera para impedir la entrada de mexicanos, a quienes incluso nos llamó “criminales” y “violadores”. 
El republicano ha aprovechado los medios de comunicación para anunciar que deportará, en un inicio, a unos 3 millones de migrantes y amenazó que, si México no paga el muro, prometió imponer un arancel del 35 por ciento a los productos procedentes de México. 
No solo nuestro país se verá afectado por la victoria del magnate, Trump llamó a China como “enemigo”, prometió iniciar una guerra comercial con Beijing, y sencillamente, los culpó de inventar el calentamiento global para ser más competitivos que Estados Unidos. También prometió acusar al país comunista de “manipulador de divisas” e imponer un arancel del 45 por ciento a las importaciones chinas. 
Trump nos ha demostrado ser xenófobo pidiendo bloqueo totalmente de los musulmanes en EEUU y devolver a todos los sirios refugiados a sus casas. 
Es racista y por eso da como negativo distanciarse del Ku Klux Klan durante una entrevista de televisión. 
De igual manera es misógino y se expresa de las mujeres diciendo “Puedo hacer lo que quiera con las mujeres porque soy una estrella".                                                    
Estas son algunas de las cosas que se verán cuando el actual Presidente Barack Obama deje su lugar y se lo ceda a Donald J. Trump el próximo 20 de enero de 2017. 

¿Qué podemos hacer? 
Trump nos ha demostrado ser impredecible con todas sus amenazas, nuestra economía como país, realmente se verá muy afectada, nos pudimos dar cuenta el pasado 8 de noviembre cómo al principio el dólar estaba a 18.20 y al finalizar las elecciones se estaba cotizando arriba de los 20 pesos mexicanos, alcanzando cifras históricas, es claro que Trump ha asustado a la mayoría de inversionistas en venir y contribuir a la economía de nuestro país.                                                                 
A partir de las amenazas del presidente electo Trump, vienen tiempos difíciles en los que no sabemos qué puede pasar y nosotros como mexicanos no podemos esperanzarnos del sexenio que estamos teniendo, ya estamos realmente afectados con los políticos corruptos en México que vienen y se roban todo el dinero posible.
Como mexicanos, podemos, en las elecciones del 2018 que empiezan a tomar rumbo, unirnos como el país democrático  que somos y escoger inteligente y conscientemente a los próximos políticos que estarán a cargo que nuestra nación, para que podamos levantarnos como el país libre, independiente y soberano que somos.                                                                                 
Solo espero que las cosas no empeoren y nos dé tiempo de levantarnos.  

¿Y ustedes que piensan? 



Carlos Barrera
Alumno 3' de preparatoria


lunes, 14 de noviembre de 2016

El que no transa, no avanza


¿Qué pensarías si te dijera que México es el país más corrupto del mundo?
Así es, según el Foro Económico Mundial sitúa al país mexicano en la decimotercera nación más corrupta del mundo; sin embargo, excluyendo a los países menos industrializados de la lista, México se encuentra en la cabeza... Y es que podría asegurar que muchos de ustedes no se encuentran sorprendidos y es ahí donde se encuentra la problemática.


 Pero antes que nada, hay que definir qué es la corrupción. La corrupción es un acto ilegal que ocurre cuando una persona abusa de su poder para obtener algún beneficio por sí mismo, para sus familiares o para sus amigos, y requiere de la participación de de dos actores: uno que su posición del poder ofrezca algo valioso y otro que esté dispuesta a obtenerlo.


Dicho lo anterior, pareciera que la corrupción se ha convertido en un concepto y acción que, con el paso del tiempo, ha logrado colarse en nuestra cultura. Vamos, el mismo presidente Enrique Peña Nieto mencionó en una entrevista y cito Yo siento que hay un tema cultural, lamentablemente, que ha provocado corrupción.
 ¿Qué ha hecho la comunidad mexicana ante estos impactantes índices y declaraciones? Asentir y, por primera vez, estar de acuerdo con su líder nacional.


Pero, ¿por qué la sociedad mexicana ha reaccionado de esa manera ante tan delicado tópico? pensaran países de primer mundo y potencias económicas .
¡Porque es algo que, dado a su cotidianidad, se ha tornado una costumbre; tanto un problema endémico como una realidad tan cierta que, el simple hecho de cuestionarla y /o confrontarla, se nos hace inútil! Y esto se puede observar de dos maneras.


 Primeramente, desde un punto de vista general y, de cierta manera, “alejado” a nuestras actividades ordinarias sin olvidar que afecta directamente a nuestra economía como asalariados ; me refiero a noticias que resuenan en la República Mexicana día con día. Y es que podría mencionar millones de ejemplos que han acontecido a lo largo de nuestra historia pero, no nos vayamos tan lejos.


El ex-gobernador de Veracruz, Javier Duarte, desapareció 645 millones de pesos a través de empresas fantasmas; empresas fantasmas cuyos dueños desconocían que eran de su adquisición ya que habían firmado documentos sin saber la razón. Ante dichos acontecimientos, se establece una investigación que motivó que don Javier Duarte huyera del país, sin mencionar que se encontrará, posteriormente, indicios de relación en esta red de corrupción con el presidente de México sí, el mismo que dijo que la corrupción es un problema en la cultura mexicana .

 ¡Aún más cerca! La corrupción en Yucatán mantiene un índice tan alto, que se han detenido la construcción de hospitales y otros servicios públicos básicos y necesarios para la comunidad yucateca. Así como casos específicos de corrupción en la Fiscalía de Yucatán y gasolineras.


¿Y qué tal de el escándalo OHL? O de la “Casa Blanca”; la “otra casa” de Luis Videgaray; Moreno Valle y grupo HIGA; Guillermo Padrés Elías y los uniformes escolares; Sempre y Luis Téllez; el caso oceanografía; Walmart en Teotihuacán; HP y Pemex; Elba Esther Gordillo y el sindicato de maestros; la “suavicrema”... digo, la lista es interminable.

 Y segundo, desde un punto de vista interno, periódico y llegando a un punto habitual dentro de las actividades de nuestras vidas.
Pareciera que la corrupción se ha convertido en el aceite de la maquinaria económica mexicana y un factor indispensable para que las cosas funcionen; y esto se origina a que todos nosotros, al menos una vez en su vida, han practicado la corrupción.


Y no, no me refiero al robo de miles de millones de dólares en construcciones banales e innecesarias o, “inversiones” a asociaciones cuyas direcciones terminan siendo terrenos baldíos.
El concepto de corrupción se ha agravado en consecuencia de los últimos hechos de nuestra historia, hasta tal punto en el que la sociedad ve pequeños actos de corrupción
que ha pesar de ser menores, sigue siendo corrupción como una percepción insignificante, nula o hasta positiva.


Es más, podría atreverme a preguntarte ¿acaso nunca has dado “mordida” al agente de tránsito para que no se lleve tu auto al corralón o para evitar ser infraccionado o detenido? ¿Acaso nunca has guardado silencio o fingido demencia cuando el maestro te pregunta quién fue el que rompió la mochila del compañero, y todo para apoyar al culpable? ¿Acaso nunca le has dado privilegio a algún familiar o amigo cuando se otorga algo? ¿Acaso nunca has chantajeado a alguien para obtener provecho?

Exacto.


Ahora, la verdadera pregunta; el fundamentalismo del cambio...
¿De qué manera se puede solucionar la corrupción?
Desde un punto de vista general, se debe modificar la ley de contratos del Estado y Sector Público; exigir transparencia radical, total y digital de la información pública; aplicar incentivos a las denuncias judiciales serias, sin juicios mediáticos paralelos; independencia y potenciación de la auditoría pública; implementar más jueces y más recursos judiciales contra la corrupción; Inspección fiscal-laboral y guerra total a la economía sumergida; financiación real de los partidos políticos; reducir los cargos públicos e incrementar la retribución y asunción de mayor responsabilidad; fomentar y premiar buenas prácticas de administración pública; entre otras soluciones.



Sin embargo, es algo alejado a nuestra realidad como estudiantes o no cercanos al sector público y político. Por nuestra parte, podemos hacer el cambio, primeramente, en nosotros mismos ¿cómo? Evitando actos comunes de corrupción que estén en nuestro alcance día con día.


Y es así como podremos eliminar el vergonzoso distintivo “el que no transa, no avanza”. 


Ma. José Álvarez Villanueva
Alumna de 3° de Preparatoria