La corrida de toros está conformada por tres momentos principales: la entrada del torero y del toro, la apuñalada en el cuello del toro ejecutada por el picador y apuñalar al toro entre los hombros con una espada para llegar al corazón. Durante el segundo momento el toro sangra y los banderilleros clavan dos banderillas en los hombros del animal lo que hace que aumente el enojo y el cansancio en el toro para el tercio de muerte que es el último momento.
En muchas ocasiones hemos escuchado la expresión: "es que (las corridas de toros) son parte de la cultura". Pero la pregunta es: ¿cuántos en realidad consideran a las corridas de toros parte de su cultura?. Cada persona tiene una forma distinta de pensar de acuerdo a los ambientes en los que se desarrolla y que lo forman: familia, amigos, sociedad, cultura, tradiciones. Debido a esto, el nivel cultural se puede analizar desde dos perspectivas: la cultura individual y la cultura colectiva. Con esto dicho, enfocándonos a las corridas de toros en México no se puede decir que es parte de la cultura mexicana ya que para que algo se considere cultura nacional se necesitaría que la mayoría de los miembros de una nación compartan las mismas creencias y el mismo punto de vista hacia cierta práctica y en México la estadística demuestra que la mayoría de su población está en contra de éste evento. Un estudio de encuesta realizado a nivel nacional por Parametría, centro de investigación estratégica análisis de opinión y mercado, durante los meses de Octubre y Noviembre del 2011 demuestra que el 73% de los mexicanos encuestados (7 de cada 10 mexicanos) comparten una posición negativa hacia la "fiesta brava", es decir, les cause desagrado. Y de ese 73%, el 57% está estrictamente en contra de esta "fiesta".
Lo que muchas personas que apoyan este tipo de eventos diría es que las corridas de toros no representan cambio alguno para el toro ya que éste sigue poniendo en práctica sus instintos agresivos y cree que va ganando todo el tiempo, aunque evidentemente esto no se cumple en la mayoría de las ocasiones.
En cuanto a la Declaración Universal de los Derechos de los Animales, el artículo 2do. dice que ningún animal será sometido a malos tratos ni a actos crueles y el artículo 11ro. establece que todo acto que implique la muerte de un animal sin necesidad es un biocidio, es decir, un crimen contra la vida. Ambos artículos se violan durante esta cruel práctica. Cabe recalcar que el artículo 14to. dice que los derechos de los animales deben ser defendidos por la ley, así como los derechos de los humanos. A pesar de lo anteriormente dicho y de que la mayoría de la población Mexicana se muestra en contra de esta actividad, el gobierno Mexicano sigue apoyando este tipo de eventos.
A diferencia de lo que lo que sucede con los boxeadores, éste decide meterse al mundo del boxeo por distintas razones, llámese necesidad económica, pasión por la pelea, entre otras. Sin embargo, el toro no tiene esa capacidad de tomar decisiones acerca de qué o no hacer. En otras palabras, el humano decide por él. Luego entonces, la abismal diferencia entre un boxeador y un toro de lidia es: El Libre Albedrío que el boxeador posee y que el toro carece.
Para concluir, me gustaría mencionar que la principal razón por la que una posición en contra de estos eventos me identifica es: hacer de la muerte de un ser vivo, un espectáculo. Y más impactante se me hace que algo con tal nivel de crueldad se pueda considerar arte. Sin embargo, respeto y reconozco que existe una dimensión moral gigantesca.
Lo que muchas personas que apoyan las corridas de toros piden o exigen es que se respete esta actividad. Si bien una persona no se siente identificada con un evento de tal naturaleza, simplemente respetar a aquellos que sí. Pero lo más importante de lo anterior es que la participación en eventos y actividades de carácter violento, cruel y agresivo no crean nada más que una satisfacción que se puede traducir en varios aspectos negativos. Aspectos negativos tales como la insensibilidad. Esto quiere decir que el sufrimiento de otro ya no los mueve, ya no les crea ninguna sensación y esto es algo que debería de ser preocupante y alarmante para todos los individuos de una sociedad. Además de que las personas que se desarrollan en dichos ambientes tienden a confundir los diferentes ámbitos de la realidad. Es decir, que no distinguen entre el mundo del espectáculo y el de la realidad social y comienzan a adoptar ciertas conductas relacionadas a la participación de tal "fiesta". Un ejemplo claro y conciso de esto es el desarrollo de la idea de que el hombre es quien controla en este mundo y es esa idea egoísta de ambición y de poder la cual está acabando con el planeta. En otras palabras, comienzan a comportarse y a formarse en lo violento.
Si queremos que el mundo cambie para bien y queremos que en él reine la paz, deberíamos considerar cambiar pequeños aspectos de la vida que parecen ser insignificantes, pero que a la vez la suma de todos ellos podría lograr un gran cambio.
Sergio Pérez
Alumno de 3° de Preparatoria
En total acuerdo con tu escrito, es una actividad inhumana, violenta y bestial, que en una sociedad que se hace llamar así misma "civilizada" no debería de existir.
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ResponderEliminarMuy buenos argumentos Chel, y totalmente de acuerdo contigo!
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