“Seguridad nacional. ¿A quién le corresponde atender?”
Actualmente los mexicanos estamos viviendo un sexenio, en el que se percibe una desorganización entre el gobierno y la sociedad. La falta de seguridad nacional es notoria, según cifras de INEGI existen más de 28 homicidios por cada 100,000 habitantes; esto ha provocado que la sociedad muestre enojo, inconformidad, molestia, preocupación y cuestione constantemente al gobierno para exigir seguridad nacional.
Si somos objetivos, esta problemática no depende al 100% del gobierno. Existen varios factores que se suman para que el problema aparezca. Como, por ejemplo, la falta de educación en algunos ciudadanos, la pobreza extrema en muchos sectores del país, éstos han contribuido para que México hoy padezca el problema de seguridad a nivel nacional.
Nuestro país podría tomar como modelo de relación entre gobierno y sociedad a otros como: Islandia, Noruega, Finlandia, Suecia y Dinamarca. En la que le tema de seguridad es atendido partiendo desde la educación impartida en sus escuelas y el ingreso económico entre sus ciudadanos. Estas variables han contribuido para que los países mencionados puedan tener una mejor calidad de vida y sus ciudadanos gocen de seguridad.
Al contrario de lo que muchos piensen, el problema de la falta de seguridad en nuestro país, si podría tener solución a largo plazo. El gobierno debe revisar muy bien sus estrategias en los diversos sistemas como la educación, la economía, seguridad, etc. También que, como jóvenes ciudadanos, tengamos presente los valores infundados en nuestro hogar, considerando que la educación que recibimos en casa al igual que en la escuela nos permita como estudiantes de preparatoria a crear consciencia de lo que le ocurre a nuestro país y contribuir desde nosotros una reforma positiva.
Nuestro país merece un cambio, los mexicanos merecemos vivir con tranquilidad y paz, es un derecho ciudadano que merecemos tener.
¿Y ustedes compañeros que están dispuesto a hacer?
Nicolás García Esquivel.
Alumno de primer año de preparatoria.