lunes, 20 de marzo de 2017

AA: ¿Adicción o afiliación?

La tecnología se ha convertido indispensable en nuestra vida y ha alcanzado los avances más importantes en distintas áreas del conocimiento ya sea para hacernos la vida más cómoda en el hogar, para mejorar nuestros medios de transporte, para evitar seguir dañando nuestro medio ambiente, para mejorar nuestra salud y para que nos permita seguir soñando y descubriendo nuevos horizontes donde todo lo que creíamos que era ficción hoy en día puede ser una realidad.

Sin embargo, el uso de ésta tecnología no siempre es adecuado. Muchos científicos han llegado a la conclusión de que los usuarios más activos en las redes sociales tienen más problemas de autoestima que los moderados, ya que los jóvenes clasifican socialmente o juzgan a los demás con mayor facilidad de manera virtual que en persona. Estudios recientes establecen que jóvenes que pasan más de tres horas al día en alguna red social, tiene 110% más probabilidad de sufrir acoso cibernético. Solamente en Estados Unidos la Organización Fight Crime (Lucha contra el delito) reveló de manera reciente que uno de cada tres adolescentes y uno de cada 6 preadolescentes habían sido víctimas del acoso escolar cibernético; en México la situación no es diferente.

En muchos casos los adolescentes que hacemos uso de esta tecnología, nos volvemos esclavos de una vida virtual, que nos atrapa y nos conecta muchas horas del día, ya sea a través de tu perfil de consola de videojuegos, en la televisión, y sobre todo en las redes sociales que pareciera que se han convertido “vitales” en nuestro estilo de vida.

Otra gran desventaja de las redes sociales es que algunos usuarios crean una imagen sesgada de ellos mismos ya que es muy habitual y bastante sencillo mentir o aparentar algo que no eres, o dar una proyección de ti falsa. Muchos adolescentes publican cosas que no son, con tal de dar una imagen perfecta y sentirse aprobado o aprobada por los demás.

Algo que también nos debe preocupar es que los medios de comunicación en nuestro país (los cuáles muchas veces nos llegan a través de las redes sociales) nunca nos informan del todo bien, nos esconden cosas; he llegado a la conclusión de que los medios lo controlan todo, estando presentes en tu vida diaria. Esto me recuerda una opinión que leí acerca de la serie Black Mirror “En cada hogar, en cada escritorio, en cada palma, una pantalla de plasma como un monitor, un Smartphone, un espejo negro, es el mejor testigo de nuestra existencia del siglo XXI”, y es precisamente a través de éste “espejo negro”, por el cual leemos y observamos el mundo que nos rodea.

Hay que tener en cuenta que el internet está lleno de información, pero hay que saber distinguir que no todo es verídico ni dar todo por cierto todo lo que vemos publicado. ¿A cuántos de ustedes no les ha pasado que comparten algún artículo o noticia para luego enterarnos de que no es verdad? ¿cómo distinguir una fuente confiable de una que no lo es?, ya que generalmente creemos todo lo que leemos en las redes sociales que más frecuentamos.

Sin embargo, las redes sociales también tienen sus ventajas; a todos nosotros nos ha ocurrido que por motivos personales o elección de proyectos de vida nos distanciamos de personas que estimamos y en el momento menos esperado recibimos una solicitud de amistad que nos permite ponernos al corriente de nuestras vidas, esto solo por mencionar una de las cosas positivas que podemos obtener de ellas.

Opino que el uso a los aparatos electrónicos debe ser más moderado, ya que te convierte en una persona menos creativa y prácticamente genera adicción ya que muchas veces estamos más pendientes de nuestros dispositivos electrónicos que de las personas que están a nuestro alrededor.

Para concluir, cabe recalcar que es improbable que obtengamos los conocimientos por auto experiencia, sino es a través de fuentes de los medios que utilizamos. Esta información puede llegar a ser muy útil dándole un uso apropiado y moderado.

Entonces… el tiempo que pasas frente a tus aparatos electrónicos ¿es tiempo perdido o aprovechado?

Daniel Carrillo Ancona
Alumno de 3° de Preparatoria

lunes, 6 de marzo de 2017

De la ignorancia al miedo: Islamofobia

Muchos se preguntarán ¿Qué es la islamofobia?, bueno, desde el punto de vista etimológico significa ‘temor irracional y aversión hacia el islam’, sin embargo, esta palabra abarca mucho más que eso, a lo largo del tiempo se ha convertido en un discurso de odio que ha ido evolucionando, creciendo y manifestándose de diversas maneras hacia los musulmanes y su cultura.

Mi pregunta sería ¿neologismo o arcaísmo? Para entrar en contexto definamos los términos utilizados anteriormente. Según la Real Academia Española (RAE), la palabra ‘neologismo’ se refiere al vocablo nuevo en una lengua, y ‘arcaísmo’ se refiere al elemento lingüístico que resulta anticuado en relación con un momento determinado. Definido lo anterior podemos notar que definitivamente se trata de un término relativamente reciente, pero a pesar de eso, este fenómeno surge desde siglos y siglos atrás.

Todo empieza en el año 622, cuando Mahoma recibe las visitas del arcángel Gabriel (sí, el mismo que se le apareció a la Virgen María) y le revela los mandatos de Dios (llamado “Alá” en árabe). Todas esas revelaciones comprenden el Corán, libro sagrado del islam. Poco a poco la religión islámica fue esparciéndose hasta crear un gran imperio, sin embargo, desde sus inicios no fue bien vista por gran parte de la sociedad, considerando que en esa época la religión imperante era el cristianismo y cualquier otra doctrina que no siguiera sus mandatos sería considerado como ‘herejía’.

Después de varios sucesos contra el islam en la época de la Alta Edad Media, siguió la época de las cruzadas donde pasó a ser una demonización estudiada, seguido por uno de los intentos de defender la cristiandad, la expulsión de los moriscos, a una relación oscilante entre el rechazo al moro (como se le conocía al musulmán) nuevo, converso a la fuerza y la admiración al moro viejo.

A pesar de todo lo ya mencionado, el islam tuvo sus puntos a favor, surgieron pensadores como el inglés George Sale, quien hizo una traducción del Corán relativamente fidedigna, y Voltaire, quien aportara una visión favorable del profeta Mahoma, como un gran hombre de estado. Sin embargo, tras este “intento” de reparación histórica, persistían los malos pensamientos e ideas que se originaron desde un principio, ya que hasta los grandes pensadores que habían indagado en la nueva religión veían a Mahoma como un hombre audaz e inteligente, pero no como un hombre de paz, espiritual y capaz de transmitir revelaciones divinas. Nadie podía negar el gran imperio que había sido construido por la misma religión y que en muchos aspectos era superior al cristianismo, pero la mayoría fue a través de la espada, y no de los argumentos, eso fue un punto negativo del islam que hasta la fecha sigue siendo usado en su contra y cómo excusa de muchos actos.

Pero la pregunta permanece ¿arcaísmo o neologismo? Si todo esto se tratara de un término “arcaico”, ¿por qué el odio y rechazo hacia los musulmanes ha permanecido e incluso ha incrementado a través del tiempo? Muchos años han pasado y el pensamiento negativo y rechazo hacia la religión islámica se ha ido esparciendo por toda la sociedad occidental, apenas ocurre un ataque terrorista aparece el comentario “seguramente fue musulmán”, a varios les podrá parecer un comentario sin sentido, sin trascendencia; sin embargo, de comentario en comentario se ha escrito un discurso de odio que ha pasado varias generaciones, hasta llegar al punto donde sucede un conflicto bélico y de gran trascendencia en un país como Siria donde el 98% de la población es musulmana, donde muchas de las personas no están involucradas y aun así sufren las consecuencias de eso y quieren huir de ahí pero no pueden, ¿por qué?, porque no tienen a donde ir, porque países como Estados Unidos decide hacerse de la “vista gorda” y negar categóricamente la entrada a 7 países los cuales son mayoritariamente musulmanes. Cabe aclarar que en años anteriores dicho país llegó a recibir más de 50 mil refugiados en un solo año, ahora, ¿a dónde irán todas esas personas? ¿a quién acudirán?, lamentablemente, la única excusa que dan al respecto es que su estancia afecta a la lucha contra el terrorismo, en resumen, “por uno pagan todos”.

Este es solo un ejemplo de cómo nuestra mentalidad y rechazo como sociedad puede impactar de manera negativa en el mundo y sobre todo, en la vida de las personas. No podemos dejar que esto continúe, esto no es algo que pasó de la noche a la mañana, y si seguimos así, ¿hasta dónde llegaremos?

En estos días, muchos podrían decir “eso es el pasado”, “ellos se lo buscaron por violentos, por terroristas”, sin embargo, mis preguntas son ¿Acaso no somos una sociedad que ha evolucionado? ¿Acaso las demás religiones no han hecho cosas que no son dignas para la humanidad? ¿Acaso todos los cristianos son iguales? ¿Acaso todos los asesinos del mundo son musulmanes? ¿Por qué hay que generalizar? Si todos somos santos, que tire la primera piedra el que esté libre de pecado.

Afortunadamente nuestra sociedad está evolucionando y, junto con ella, el discurso; sin embargo, muchos aún le siguen dando un sentido injusto al concepto del Islám. Si nos hacemos llamar una sociedad en progreso, una sociedad fraterna y sin prejuicios, seamos congruentes con nuestras acciones, informémonos y quitemos etiquetas, recordemos que todas las religiones tienen el mismo fin de amor al prójimo, de ayuda, de servicio, sin importar cuál sea su dios o profeta. Hagamos que pare el discurso del odio, hagamos que pare la islamofobia.



María Paola Castillo Conde
Alumna de 3º de prepa