lunes, 10 de diciembre de 2018

Golpe de estado blando


“La verdad, sino es entera, se convierte en aliada de lo falso.”
-Javier Sábada.



México es una nación con un sueño que se prolonga desde los cimientos de los ideales independentistas en el siglo XIX, un sueño que perdura hasta los confines del contexto histórico actual de la gran nación azteca.

Los mexicanos hemos luchado constantemente con las amenazas que intentan desestabilizar el país desde tiempo inmemorables, hemos luchado contra la adversidad y la tempestad más cruda y dura que nos interpuso el contexto global.

Los logros del mexicano son incontables y heroicos, hemos enfrentado la tiranía siendo victoriosos pero a un gran costo a pagar, hemos triunfado ante situaciones desesperadas defendiendo la integridad nacional de todos los ciudadanos y el derecho y privilegio de ser mexicano.

Pero analizando la historia de nuestra patria, hay una guerra que no cesa, es un conflicto que desde los principios de la consumación de independencia nos atosiga y persigue desde el pasado, esta amenaza no es un enemigo externo, más bien es alguien que tenemos a nuestro lado y jamás nos hemos percatado de su existencia, este enemigo es en si el mismo mexicano.

No es de sorprenderse puesto que si analizamos la historia bélica y política de México varios se pueden percatar del conflicto social que constantemente transcurre en el país, donde el mexicano se enfrenta al mexicano en una lucha desenfrenada por el poder e incluso por sobrevivir.

Ahora mismo estamos enfrentándonos a una tempestad increíble ya que un arma nueva aprovecha esa fragmentación de la sociedad mexicana para generar más tensión e inestabilidad este artilugio de destrucción masiva son los medios de comunicación. 

En la década de los 50 un fenómeno aconteció en México, la introducción de nuevas tecnologías de la comunicación, esto para el sector poblacional abrió ventanas de inmensas oportunidades, tenían al mundo al alcance de un botón, era una revolución absoluta, el ingenio de la evolución humana expresada en una simple pantalla.

Esto no solo abrió una brecha de oportunidades para el ciudadano promedio, puesto que posteriormente grupos burocráticos vieron el poder que tenían en sus manos, quizás en la actualidad el método informativo se adaptó a diferentes plataformas en línea pero en la edad donde la vida era más “sencilla”, era muy tradicional que las numerosas familias se sentaban en convivio a mirar el televisor lo cual el mensaje que indicaba este llegaba fuerte y claro a toda la sociedad por lo cual esto fue aprovechado con fines partidistas, propaganda gubernamental y sobre todo la manipulación.

Como se mencionó anteriormente esta era una época sencilla en lo absoluto, los ciudadanos al ver el periódico y la televisión consumían información que les vendían como confiables y absolutas, lo cual no podías darte el lujo de la duda puesto que tachaban tu persona como ignorante o algo similar a la demencia, este efecto de veracidad absoluta fue aprovechado hasta su máxima capacidad, la gente consumía información como si fueran trogloditas en un buffet gourmet.

Sociedades burocráticas que dominaban los medios de comunicación tenían a la merced a un país entero, podían emitir un programa que alteren la conducta y pensamientos de las personas y como siempre, sin hacerlas dudar.

Era típico escuchar diariamente “lo vi en la televisión” para justificar actitudes o hechos, solo gente intelectual se salvaba del fenómeno mediático en el México “sencillo” y peleaba o radicaba en las sombras para poder enfrentar al poder tiránico.

Un ejemplo palpable, 12 de octubre de 1968, todos en la actualidad conocen los trágicos sucesos en la plaza de las tres culturas, Distrito Federal, una carnicería sin misericordia, durante la lucha de los estudiantes los medios tachaban a estos como “vándalos” o incluso “terroristas”, al consumarse el tiroteo de Tlatelolco el día después los medios no hablaron absolutamente una palabra de lo acontecido, anunciando la premisa del día con un “hoy es un día caluroso”.

Esta fue una representación antigua de lo que era manipulación mediática, hoy en día como todo en el entorno moderno “evoluciona” y así fue con esta, se adaptó al contexto histórico del siglo de las “luces” XXI, una jugada compleja para los medios de comunicación donde adoptaban nuevas tecnologías para atrapar nuevas generaciones y alterar sus conductas y opiniones, típico problema del mundo globalizado, donde la frase “lo vi en la televisión” fue sustituida por un “lo vi en internet”, este fenómeno mediático lentamente escalaba y subía de nivel a tal grado que influían en decisiones trascendentales para el desarrollo de un país, un ejemplo palpable según un artículo del diario El país incluso la nación más poderosa del mundo contemporáneo, los Estados Unidos, fueron golpeados por este efecto.

“Facebook ha reconocido que hasta 126 millones de sus usuarios se vieron expuestos a publicaciones una compañía vinculada al Kremlin llamada Internet Research Agency durante las elecciones presidenciales, el equivalente a un tercio de la población estadounidense. Twitter ha identificado 3.814 cuentas dedicadas a esta actividad. Los servicios de espionaje de EE UU acusan directamente a Moscú de orquestar toda una estratagema que incluyó el hackeo de los correos de los demócratas, noticias falsas y propaganda para favorecer la llegada de Donald Trump al poder en detrimento de Hillary Clinton. Y el departamento de Justicia acaba de presentar las acusaciones formales sobre un operativo de presupuesto millonario que estaba ubicado en San Petersburgo y llegó a traspasar el ámbito digital para promover incluso manifestaciones proTrump en la calle.”
-El país

La escalada de este fenómeno es tan masiva que incluso los servicios de inteligencia de específicas naciones tienen departamentos donde se compete el desestabilizar a sus denominados enemigos generando información falsa que influye directamente en sectores de la sociedad de dicha nación, propiciando incertidumbre y malestar general.

México no se exenta de la misma actividad, en el año 2018 se llevaron las elecciones presidenciales, según expertos politólogos, las más trascendentales en la historia de la nación azteca, estas fueron sumamente controversiales, la oposición supo aprovechar el hartazgo social, pero ¿Cuál fue su brillante estrategia?, ¿Una campaña innovadora?, ¿Propuestas concretas y viables?, la respuesta es un contundente no.

Estos tuvieron una brillante idea, surtieron de su propia medicina al partido político en poder, utilizando el punto de estudio de este artículo, la manipulación mediática.

Usando tácticas maquiavélicas, implementaron páginas de noticias falsas, (o principalmente conocidas en inglés como fake news) a lo largo de las redes sociales, compartiendo propaganda desprestigiando la imagen destruida del desempeño del plan sexenal del presidente Enrique Peña Nieto y fomentando el odio irracional entre el mexicano, desestabilizando y generando un malestar general como en otras situaciones, esto obviamente tuvo un gran efecto de impacto en la sociedad mexicana y fue tan simple y no tan metódico.

México fue rápidamente abatido por esta arma de destrucción masiva puesto que según estadísticas la sociedad mexicana es una de las menos informadas a nivel global y esto aunado a la carencia cultural de investigación, comprobación y objetividad fue una dosis letal directamente a la vena.

Esto es algo que todo mexicano pudo ser testigo, en las páginas de presuntas noticias al compartir contenidos de dudosa procedencia, surgía polémica y ponía en duda a la ciudadanía, compartiendo el odio más rápido que un resfriado, al analizar los comentarios se notaba un gran hartazgo social carente de fundamentos concretos que fueron impartidos por un gran sin fin de medios falsos.

Ustedes mismos podrán comprobar que los medios tuvieron un gran auge durante el periodo electoral y ahora muchas de estas páginas de supuesta “información verídica” no existen.
Pero el daño ya está hecho por este “golpe de estado blando”, el término blando fue dado puesto que sin disparar una bala o un conflicto social armado se concretó un cambio absoluto de régimen y se confirmó la gran frase icónica de Göbbels,“Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”.

Cabe decir que aún queda esperanza, todavía el uso de la razón no muere y una gran liga de personas luchan contra la adversidad de la dañada sociedad mexicana y sobre todo queda el gran sueño de hacer más grande a nuestra nación, solo hace falta una gran lucha que tenemos que concretar desde cada acción que realicemos, al fin y al cabo la razón siempre dominara aunque la verdad sea escondida.

El arma más poderosa que tenemos a nuestro favor es la educación, jamás lo olvides estimado lector, piensa, investiga y analiza.

Rodolfo Arteaga  Arias
Alumno de  tercero de preparatoria




lunes, 3 de diciembre de 2018

La nueva clave del éxito

¿Puede un hombre promedio ser tan exitoso como un genio?


Hasta hace unos años, se pensaba que el éxito radicaba en el coeficiente intelectual de una persona, y, por lo tanto, era una característica otorgada desde el nacimiento, inmutable e inalterable, y no se podía hacer nada para mejorar. Sin embargo, gracias al avance de la psicología en sí, a los estudios del comportamiento y al entendimiento del cerebro al que se ha llegado, podemos afirmar al igual que el psicólogo Daniel Goleman, jefe del Servicio de Inteligencia Emocional en Sudbury, Massachusetts, hizo en sus diversos libros publicados por Javier Vergara Editor, y en sus artículos de comportamiento y neurociencia publicados en el New York Times, que hay algo más en esto, algo conocido como Linteligencia emocional.

Nuestro cerebro, al igual que todo lo que nos conforma, ha evolucionado con el tiempo para garantizar la supervivencia de nuestra especie. Sin embargo, hemos pasado relativamente poco en un mundo moderno, y la evolución no ha avanzado tan rápido como nosotros, como lo podemos ver en las muelas del juicio, algo que antes era útil para comer carne, pero ahora representa una molestia; y detalles así de los que las emociones no están exentas.

Podemos entender que el miedo, la furia y la sorpresa nos ayudaron a sobrevivir en su tiempo de los peligros que representaba la naturaleza, de los depredadores amenazantes o de la necesidad de cazar por alimento, que nos ayudaban a reaccionar de manera rápida en segundos que podían representar la diferencia entre la vida o la muerte. Explicado de manera científica, la encargada de regular las emociones es la amígdala. Para asegurar nuestra supervivencia como especie, esta parte del cerebro es la primera en recibir cualquier señal emitida, y la primera en mandar una orden general para reaccionar.

Hoy en día, una reacción tan rápida puede ser contraproducente en nuestras relaciones interpersonales y en nuestras decisiones. Como sabemos, nuestros impulsos (regulados por la amígdala) nublan nuestro razonamiento lógico (regulado por la neocorteza cerebral) y no nos permiten actuar como queremos o como deberíamos. Un arranque de ira puede herir a las personas que nos rodean, así como el miedo y la ansiedad pueden hacer que no nos atrevamos a siquiera relacionarnos.

Daniel Goleman nos ha dado, gracias a todos los estudios que se han hecho, la respuesta a lo que tanto buscamos: el éxito. El hecho de no reaccionar como nos lo dictamina nuestro primer sentimiento, sino esperar a la lógica y a la razón, es lo que ha logrado que las personas con coeficiente intelectual promedio superen  a otra con coeficiente intelectual alto. Las relaciones socioafectivas nos son vitales, no podemos negarlas, sino más bien hay que aprender y crecer con ellas.

Cuando vemos las historias de éxito, vemos a personas que sobresalieron en su campo con sus innovaciones, y los consideramos genios, pero no vemos el trasfondo que conllevan las influencias y las relaciones sociales en el camino al éxito. Si bien “pienso, luego existo”, las emociones son partes de nuestras ideas, sueños y metas, por lo que deben ser consideradas como parte de nuestra vida y de nuestras acciones diarias.


Rodrigo Arjona Garcia
Alumno de primero de preparatoria